𝗰𝗮𝗻𝗻𝗶𝗯𝗮𝗹 𝗾𝘂𝗲𝗲𝗻 | draken/mikey

(-II-)

TW:
-unspoken mention of anxiety
-ooc
-recomendado para 16+
-kind of hurt/confort (I guess)

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El viento estaba algo fuerte cuando salió del hotel, sin usar alguna mascarilla ni grandes lentes oscuros, después de todo pasaría desapercibido si no formaba algún escándalo. El bullicio rutinario por las calles le tomaba un poco desprevenido, pero nada que no pudiera manejar. Recorriendo a pie varias de las calles que recordaba, viendo como los años las habían hecho envejecer dándoles un aire de nostalgia, otras por otro lado habían cambiado por completo o simplemente desaparecido. No quería ponerse melancólico ni filosófico con respecto a los cambios, solo quería darse un baño antes de tomar un personaje y ejecutar su trabajo.

Estaba orgulloso del como hacia su trabajo, sabía que no era el más honesto, pero le dejaba dormir por la noche.

Caminando con un rumbo fijo, llegó a las aguas termales, durante todo su recorrido había rogado que siguieran iguales y no se equivocó, sí, el lugar estaba gastado y se le veía el paso de los años en las paredes roídas y las piedras cercanas llenas algo llenas de moho. Pero por dentro los azulejos brillaban mientras el vapor le golpeaba la cara sintiéndose nuevamente en aquellos tiempos en los que nada importaba más que una buena pelea.

Se desvistió y decidió que lo mejor que podía hacer era relajarse y olvidarse del mundo, no existía trabajo, amigos o enemigos, solo la tibia sensación en la piel que le provocaba tranquilidad. Las miradas ajenas se le resbalaban como el agua le recorría los dedos, que con los años se habían vuelto más delgados, pasó a mirar su cuerpo, ahora era delgado y las marcas definidas habían desaparecido consumiéndose en su cuerpo delgado. Consolándose que no se encontraba esquelético pasó a tallarse el cabello, ya se había acostumbrado al largo, pero el color no le terminaba de convencer, siendo atormentado de vez en cuando por los espejos y viejas imágenes de su pasado.

Tal vez lo teñiría al final de la misión. El negro le gustaba.

Terminando con su cabello regreso a tallar su cuerpo, su piel estaba aún más blanca, debido a que prefería pasar desapercibido encerrándose en un cuarto de hotel que formar un personaje como Sanzu cada que saliera del hotel, estaba casi seguro de que ese hombre terminaría loco de alguna u otra forma. Desde hace un par de años ambos se prohibieron volver a drogarse, o al menos mientras estén en servicio o sea demasiada la cantidad. No quería morir de esa forma, prefería hacerlo en combate o por su propia mano.

Sin quererlo, terminó reflexionando.

Entró a las aguas termales y se dejó envolver por ellas, si no tuviera la preocupación latente en su ser de ser responsable con su trabajo, muy probablemente se habría quedado dormido. Viendo alrededor para distraerse fue cuando sen dio cuenta de la hora, y con toda la pereza del mundo decidió ir por algo para comer, que después de todo, tenía el estómago vacío desde que se bajó del avión y la aeromoza lo regaño por acabarse los bocadillos durante el vuelo. Se secó con una toalla del establecimiento y tomo el cambio de ropa que se supone iba a usar cuando terminase la misión, no iba a usar el vestido ahora, se sentiría ridículo y no estaría caracterizando a su personaje, pero tampoco quería usar la peluca, acababa de bañarse, no era estúpido. Iba a salir asi, mientras no entorpeciera la misión, no debía preocuparse, pero cuando iba llegando a un restaurante de comida rápida sintió la presencia de alguien perturbándolo.

Lo estaban siguiendo.

Estaría al pendiente si la situación llegaba a ponerse peligrosa, pero su prioridad era comer, de lo contrario estaba seguro qué podría matar a alguien ante la mínima provocación. Por otro lado, la presencia quien lo seguía se mantenía a una distancia prudente, tratando de analizarle, una cola de caballo negra se asomaba por la esquina de la calle.