Pegaso y Athena juntos, una vez más, a pesar de la muerte y el paso del tiempo, e incluso por sobre el fatídico destino que tenían que cumplir. Las estrellas los habían vuelto a reunir.
Seiya y Saori se separaron del abrazo y se pusieron de pie, momento en que el joven bajó la mirada debido a la emoción y vergüenza que sentía. Ya no estaba frente a la joven común que había conocido en su "casual" camino por Rodorio, sino que ahora estaba frente a una diosa, a quien había servido en varias vidas y con la que guardaba algunos recuerdos. Su corazón ya no tenía dudas, pues ahora iba a vivir para ella y apoyarla en la dura prueba que iba a enfrentar.
- Ahora entiendo por qué te me hiciste tan especial el día que te vi, Seiya. – dijo la diosa, emocionada. – Ya nuestras almas se habían reconocido, pero fuimos incapaces de verlo en ese momento.
- Yo... Saori... – el joven alzó la mirada, nervioso, sin saber cómo actuar ante ella. – Es decir, Athena...
- Seiya... – llamó una voz acercándose.
El joven se dio la vuelta y se encontró con Shun, sorprendiéndose de verlo en el santuario, pero mucho más cuando sintió dentro de él la misma energía que la suya, el cosmos. Con eso supo que su vida también estaba enlazada a la de él, a quien consideró su amigo desde la primera vez que lo vio.
- Shun... – saludó Seiya, estrechando la mano del joven. – Nunca creí que volvería a verte en estas circunstancias y en este lugar.
- El destino nos ha sorprendido de maneras que ni te imaginas, Seiya. – dijo Shun, sonriendo. – Pero sea como sea, me alegra compartirlo contigo, pues es bueno regresar siempre con los amigos.
- Un amigo... Y un caballero también. Puedo sentir el cosmos en tu interior.
Shun desvió la mirada, pues ya muchos le mencionaron algo como eso, pero aún no había logrado descubrirlo. El martirio de su identidad y el destino de su hermano lo estaban desquiciando, pero por Saori estaba soportándolo.
- Seiya, Shun también encontrará su camino. – dijo una nueva voz acercándose.
Shion se había acercado hasta Seiya, lo que causó que el joven se arrodille ante él.
- Por lo que veo, eres el gran Patriarca. – dijo Seiya. – Es un honor conocerte.
- Igualmente, Seiya. Me alegra ver que ahora te has unido a nosotros para proteger a Athena y a la paz de este mundo contra los planes de Hades. – dijo Shion. – Han ocurrido muchos acontecimientos, por lo que te pido que escoltemos a Athena al salón principal para ponerte al tanto de todo. Y adicional, a presentarte a los demás caballeros.
- Como digas.
- Maestro Shion. – intervino Aioria, con la caballero de Águila en sus brazos. – Antes iré a dejar a Marin en la fuente para que descanse, luego de eso estaré con ustedes.
- Está bien, eso le hará bien a ella. – dijo el Patriarca. – Apenas esté recuperada, la felicitaré por su excelente labor.
Obedeciendo la orden del Patriarca, todos comenzaron a trasladarse a la sala. Shion estaba ansioso por comenzar a ejecutar sus funciones como Líder de los caballeros.
...
Seiya fue presentado con todos sus compañeros, mientas Athena observaba la reunión desde el trono que compartiría con el Patriarca. Aioria, Shaina y June le contaron su historia sobre su entrenamiento con Aioros y la misteriosa desaparición de este junto con los otros caballeros de plata. Después de las presentaciones, Shion comenzó a relatar todo lo ocurrido desde su despertar y la importancia de la misión que como caballeros debían ejecutar.
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Saint Seiya: Cadenas malditas
FanfictionAthena y sus caballeros han vuelto a nacer, con sus recuerdos y cosmos sellados en lo más profundo de su alma. Hades, sediento de venganza, pretende recuperar el cuerpo de Shun, su antiguo portador; sin embargo, Ikki impedirá que vuelva a cumplir co...