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Zoey y Victoria se conocieron en un evento de moda que tenía a todo el mundo hablando. Victoria había sido invitada como la cantante principal de la noche, encargada de cerrar el desfile con su show. Por otro lado, Zoey, que apenas empezaba a hacer ruido como modelo, había conseguido un lugar en la pasarela para una marca de renombre, y estaba más nerviosa que nunca.
El destino quiso que se cruzaran en el backstage, cuando Victoria, con su actitud relajada y siempre divertida, notó que Zoey estaba nerviosa mientras ajustaban su maquillaje. "Oye, todo va a salir genial. Primera vez en un evento como este, ¿no?" le dijo con una sonrisa amistosa. Zoey, sorprendida de que una cantante tan famosa se dirigiera a ella, asintió y respondió con una sonrisa tímida, agradeciendo el gesto.
Ya durante el desfile, Zoey lo dio todo en la pasarela, y Victoria no pudo evitar notarla desde un costado del escenario. Cuando fue el turno de Victoria para subir al escenario, comenzó a cantar su primer tema, pero al poco rato sus ojos buscaron a Zoey entre el público. Zoey enseguida le devolvió una sonrisa de esas que hacen que todo el mundo desaparezca a su alrededor.
Cuando terminó el show, Victoria fue directo a buscarla en el backstage. "Hey, lo hiciste increíble allá afuera. ¿Te gustaría festejar esto?" Zoey aceptó con gusto. Empezaron a charlar como si fueran conocidas, riéndose de anécdotas, hablando de sus vidas, y dándose cuenta de que compartían muchas cosas en común.
A partir de esa noche, no se separaron. Primero quedaron para tomar café, luego para pasear, y poco a poco, lo que empezó como una amistad casual se fue convirtiendo en algo más. Victoria siempre encontraba una excusa para mandarle un mensaje a Zoey o invitarla a algún evento, y Zoey no podía evitar sentirse atraída por la espontaneidad y la simpatía que manejaba con naturalidad Victoria.
Esa noche en el evento de moda fue el comienzo de algo especial; una conexión genuina que creció con cada momento compartido.
