Memory Garden

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Ahora que iba a hacen, si seguía llorando le tendría que dar una explicación a su hija del por qué sus ojos estaban rojos y obviamente esa pequeña se lo iba a decir a su padre, porque ella sabía que el rey iría a consolarlo, al menos eso era lo que pensaba en su pequeña cabecita de siete primaveras.

Adam es mejor que te vallas. Hablo apartando su cercanía del contrario, esa calidez que necesitaba el mismo la estaba abandonando. Algo que claramente confundió al menor, ese exorcista lo amaba, y él lo sabía, pero no era capaz de rebajarlo a un amante de simples encuentros.

El muchacho solo lo miro.

Con esa mirada de colores dorados que lo hacían perder la cordura. En su interior quería decirle que se quedase, que nunca lo dejara pero era incorrecta, el infierno no era su hogar, en realidad era de él, por algo lo gobernaba, por algo estaba casado con Lucifer y por algo era que por mas que rogara no firmaba esos papeles de divorcio que hace tantos años había presentado.

Y retrocedió mientras el menor no apartaba su mirada de  la suya.

Si tanto quieres que me vaya ¿por qué lloras?  Pregunto mientras volvía a poner la palma de su mano en su mejilla.

-Tal vez duele un poco 

El tampoco lo sabía, en verdad quería que se fuera de su lado, no solo por él, sino por si mismo, si Lucifer siquiera lo veía en las paredes de su hogar si así se podía llamar a las paredes frías del lugar, lo iba a matar. Y lo peor era que le daría su cabeza para cenar, si no lo hacía igualmente lo iba a obligar.

La comida no se desperdicia cariño. Solo con recordar lo que sucedió con su estimado amigo le traían escalofríos, ese felino jamas debió haberlo ayudado a escapar de ese lugar.

Solo porque ninguno de los dos fue lo suficientemente cuidadoso como para que el soberano que puede ver cada rincón de su reino no los lograra ver.

-Si el te ve te matara -afirmo- no quiero que eso pase, por lo menos no otra vez.

-¿Otra vez? -interrogo- Acaso hubo alguien antes que yo en tu corazón.

-De forma romantica no, pero lo estimaba bastante -cuestiono bajando sus orejas- por eso esta muerto, y el problema es que ahora si estoy enamorado -prometió poniendo la mano del contrario en su pecho-

Que voy a hacer si te apartan de mi lado.

Sentía como la mano del menor temblaba en su pecho, al igual que como sus latidos se escuchaban y su cara proyectaba su rubor tan característico.

Si no lo conociera pensaría que es un alma totalmente inocente de pies a cabeza del gran e inmenso cielo.

Río.

Tal vez un poco por el sonrojo del menor. Era tan gracioso verlo de ese modo, ahora entendía el porque su segunda al mando estaba enamorada de el, pero lamentablemente lo eligió a él. A alguien que ya tenía un anillo en mano pero no era amado por su esposo.

Empezaba a creer que lo estaba cortejando para devolverle el karma a Asmael, de todas formas no era como si ese ángel caído obsesionado con los patos no le hubiera quitado a sus dos esposas.

De todas formas siempre hacía mención de eso en cada una de sus reuniones.

Tu primera esposa ni decía lo mismo, y tampoco la segunda, paw Chi qui paw paw.

Ahora que lo pensaba nunca tuvo un poco de pudor de hablar del tema aún sabiendo que tenía pareja y el era su pareja.

Bueno, ya no era como si importase.

Volvió a sonreír, estaba un poco cansado, sentir, era lo que cansaba. Siendo arrullado por las alas grises del exorcista, mientras era cargado a sus aposentos, para dormir en el pecho de su "pareja"; ojala que esa estrella porno lo distraiga de todo a su alteza, y si podía que firmara el divorcio.

El eta capaz de darles todas sus joyas si es lo que en verdad quería.

Ojalá hubiera sido tu primer amor.

Maldijo en un susurro Adam.

—Pero no lo fuiste -reitero- pero serás el último. Me alegro por eso.

Porque se que te daré mi corazón y no lo matarás.

Fue su último verso para ser hechado en su cama mientras las luces se apagaban.

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