𝗦𝗮𝗿𝗮𝗻𝗴𝗵𝗮𝗲, 𝗬𝗼𝗻𝗴𝗯𝗼𝗸-𝗮𝗵 ⇉minlix

𝗅𝗈𝗌 𝖼𝖾𝗅𝗈𝗌 𝖽𝖾 𝗆𝗂𝗇𝗁𝗈 𝗁𝗒𝗎𝗇𝗀

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El fanmeeting estaba en pleno apogeo, las luces brillaban intensamente y las voces de Stay llenaban el lugar con emoción. Minho observaba desde un lado de la mesa mientras Yongbok, sentado a su lado, sonreía y reía con cada fan que se acercaba. Había algo en su sonrisa, ese brillo natural que atraía a todos como un imán, y aunque Minho estaba acostumbrado a verlo, nunca dejaba de provocarle una pequeña punzada de celos.

Cada vez que una fan hacía algún comentario particularmente dulce o coqueto, Minho sentía cómo su mandíbula se tensaba. Sobre todo cuando veía a Yongbok responder con esa sonrisa encantadora que solo él debería recibir. Claro, Felix no hacía nada fuera de lo común; era amable, como siempre. Pero aún así, algo en el ambiente lo hacía sentir más posesivo de lo habitual.

La siguiente fan se acercó, con una camiseta de Yongbok y un cartel lleno de mensajes de amor para él. Minho no pudo evitar fijarse en cómo la chica no podía dejar de mirarlo con adoración, y cómo Bokie le devolvía una sonrisa que, para Minho, parecía demasiado cálida.

"Yongbok-oppa, eres el mejor", dijo la fan, claramente emocionada. "Eres mi bias absoluto, ¡y te amo!"

Minho entrecerró los ojos, observando cómo el rubio inclinaba la cabeza, encantador como siempre. "Gracias, eso significa mucho para mí", respondió el menor, haciendo que la fan casi saltara de la emoción.

Minho frunció el ceño, incapaz de controlar el pequeño estallido de celos que se apoderaba de él. ¿Por qué tenía que ser tan dulce? ¿Y por qué cada fan tenía que verlo de esa manera, como si solo existiera para ellas?

La chica le pidió a Yongbok que hiciera un corazón con las manos, y cuando él lo hizo, Minho sintió como si alguien le hubiera pisado el pie. No era la primera vez que algo así sucedía, pero ese día, por alguna razón, le estaba afectando más.

Cuando la fan se despidió y Bokie le devolvió una última sonrisa, Minho no pudo evitar inclinarse hacia él y susurrarle al oído, sin poder esconder el tono posesivo en su voz. "¿No te cansas de ser tan encantador con todas?"

Yongbok giró la cabeza, sorprendido, y le dedicó una pequeña sonrisa, pero había un destello de curiosidad en sus ojos. "¿Qué quieres decir, hyung?"

"Sabes lo que quiero decir", murmuró Minho, su mirada fija en la siguiente fan que ya estaba avanzando hacia Bokie. "Te lo pasas coqueteando con todas."

Yongbok soltó una risita suave, claramente divertido. "¿Coqueteando? Hyung, solo estoy siendo amable."

"Demasiado amable", replicó Minho, cruzando los brazos sobre el pecho, claramente molesto. "No tienen por qué verte sonreír así, solo yo debería verlo."

Bokie lo miró por un segundo, sorprendido por el tono serio en la voz de Minho, y luego sus ojos brillaron con diversión. Se acercó un poco más, bajando la voz para que nadie más lo escuchara. "¿Estás celoso, hyung?"

Minho mantuvo su expresión seria, aunque internamente sabía que Yongbok lo estaba provocando. "No es celos... solo digo que deberías guardar esas sonrisas para mí."

"¿De verdad?" Bokie soltó una risita baja, inclinándose más cerca para que Minho pudiera escuchar cada palabra. "¿Entonces qué quieres que haga, hyung? ¿Que les diga que solo te sonreiré a ti?"

Minho lo miró de reojo, sabiendo que
Yongbok estaba disfrutando con la situación. "No estaría mal", murmuró en tono seco, aunque sabía que no era una opción real.

Yongbok sonrió aún más amplio, su rostro tan cerca de Minho que podía sentir el calor que irradiaba de él. "Hyung", susurró, "sabes que mis sonrisas más grandes siempre son para ti. Pero aquí tenemos que compartir un poco, ¿no?"

Antes de que Minho pudiera responder, la siguiente fan ya estaba frente a Yongbok, y Minho tuvo que retroceder, manteniendo su expresión neutral. Pero en el fondo, la incomodidad seguía ahí, rondando como una pequeña sombra. Ver a Yongbok sonreír a todos con esa misma calidez, aunque fuera parte de su trabajo, lo inquietaba. Y, al final, esos pequeños celos seguían latiendo en su pecho.

Unos minutos después, cuando el fanmeeting llegó a una pausa, Bokie se inclinó hacia Minho, esta vez con una expresión más suave, casi cariñosa. "No te preocupes, hyung", le susurró, "tú siempre serás mi favorito." Y para subrayar sus palabras, le dio un pequeño apretón en el brazo antes de volver a su puesto.

Minho suspiró internamente, sintiéndose algo tonto por haberse puesto celoso. Pero, de alguna manera, escuchar esas palabras de Yongbok le calmaba el corazón. Quizás no podía evitar que los demás vieran la sonrisa de Felix, pero sabía que había algo entre ellos que nadie más podía tener. Y eso era suficiente para él.

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