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Como una rosa.

Te arranco de tu realidad, y te sumerjo en la mía.

Como una rosa,
me clavas tus espinas,
porque solo deseo que seas mía.

Como una rosa,
te dejas marchitar,
y aun así me dejas las heridas.

Como una rosa,
te seguiré pensando después de que estés marchita,
porque aunque ya no estés,

siempre

serás

mía.


SOMBRAS ETERNASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora