PREFACIO ||

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A los aspirantes a ser escritores:

No se rindan, porque escribir no es trazar mapas ni esculpir mundos lejanos; es un acto de sentir, de desnudarse en cada palabra, de entregarse al papel, al brillo de una pantalla o al eco de un susurro digital. El final no es un destino que te imponen, sino el regalo que decides conceder cuando las palabras lo merecen. No busques manuales ni fórmulas para ser escritor. Lo que necesitas está en tu esencia, en la llama que arde dentro: reír, llorar, gritar, hundirse, y sí, también arder. Ser escritor no es un trabajo, es el modo en que respiras, el grito silencioso que compartes con el mundo.

Al final, todos somos iguales. Yo, como tú, soy un alma errante, un aprendiz de la tinta, perdido y hallado entre cada línea. Pero no abandono. Sigo aquí, sangrando mi ser en cada verso, entregando, gota a gota, mi vida entera a las letras.

Para mí.

Para tí.

SOMBRAS ETERNASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora