Capítulo 1

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Kia

Aquel día publicaban las listas, aunque todos los chicos y chicas de 18 años sabíamos que ese año debíamos llevar a cabo esas estupidas pruebas mediante las que el rey determinaba por nuestra fuerza y dinero si éramos suficiente para pertenecer a su reino. Cosa que nunca logré entender es la razón por la que publicaban esas listas, total, si no nos presentábamos sus agentes del orden se encargarían de acabar con nosotros.

Me ví obligada a salir de mis pensamientos cuando choqué sin querer con un comerciante que iba vendiendo lechugas:

-Ten más cuidado niña - dijo entredientes mientras recogía algunas lechugas que habían caído al suelo.

-Lo siento mucho

-Solo quítate del medio - y con eso me apartó de un codazo.

Seguí caminando por las calles de El hoyo, así se llamaba mi pueblo. Así se llamaba el pueblo de todos las personas que pertenecíamos a la clase baja. No era lo mejor, pero era mi hogar. Nunca me imaginé una vida en Cúspide con todos los de la clase alta y sus agentes del orden. Los mismos que mataron a mis padres.

Entré en la tienda de el tío John, él y mi tía Melissa me habían cuidado a mí y a mis dos hermanos, Lara y Luke, desde los trece años, cuando atraparon a mis padres. No eran mis tíos de sangre pero los quería casi como unos padres. Siempre intentaron ayudar a mis padres, pero era imposible hacer milagros.

A sus 18 años mis padres sacaron menos de 7000 puntos en las pruebas, lo que los hizo pertenecer al grupo de los débiles. Vivieron hasta sus 25 años en paz hasta que el rey decretó que todo débil debía ser aniquilado. Y así fue. Cada vez que pienso en mi madre recuerdo como ella siempre repetía que mis hermanos y yo al ser trillizos éramos un milagro, era la mujer más risueña que he visto. Mi padre era algo más serio, pero nos quería demasiado.

-Hola tío John.

-Hola Kia, ¿la tía Melissa te mandó a por verduras?

-Correcto - dije, a la vez que cogía todo lo que la tía me apuntó en la lista.

Mi tía siempre iba a la tienda del tío John a por verduras y frutas porque, claramente al ser marido y mujer no hacía falta pagar, pero hoy me había mandado a mí mientras ella hacía su clásica sopa de pollo, mi favorita.

-Adiós tío- dije mientras salía de la tienda con la bolsa de verduras repleta.

Pasé por delante de una tienda, donde estaba colgada la lista de todos los participantes de las pruebas de aquel año, tanto los de clase baja, como los de la clase alta.

Rod Afer
Axel Hayes
Lorel Lai
Joe Lure
Miah Norl
Karla Yuls
Hanna Jous
Joss Crol
Gael Nate
Linnda Nate
Tess Morgan
Lara Perton
Luke Perton
Kia Perton

Esos éramos todos los participantes de las pruebas, mis ojos fueron directos a los dos primeros nombres Rod After, hijo del rey. Y Axel Hayes, hijo del jefe de las pruebas. Odiaba con todas mis fuerzas a los padres de ambos y por ende, a ellos también. Pero especialmente al jefe de las pruebas, Rill Hayes. Era sabido en todo el reino que el rey no quería saber nada sobre las pruebas ni lo que pasaba con los débiles, aunque no se conocían las razones. De todo eso te encargaba Rill Hayes y ,en un futuro, su hijo.

Los primeros 7 nombres eran de gente de clase alta y los otros éramos los de clase baja. Reconocí los siete últimos nombres:
Joss Crol (mejor amigo de mi hermano)
Gael Nate (mi mejor amigo)
Linnda Nate (hermana de mi mejor amigo y mi amiga)
Tess Morgan (mi mejor amiga)
Lara Perton (mi hermana)
Luke Perton (mi hermano)
Kia Perton

Nadie nos quitará la gloriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora