Nadie nos quitará la gloria

Capítulo 5

Kia
Me quedé hasta la hora de comer en mi habitación procesando todo lo que había pasado, comí y un buen rato después de comer bajé al patio a entrenar.

Estaban allí todos los participantes, me acerqué hacia mis amigos, que estaban todos en la zona de peso muerto. Gael estaba allí, no me apetecía verlo pero sería imposible ignorarlo de por vida.

-Por fin apareces- me dijo Luke.

-¿Estabas con el buenorro? Ha llegado 5 minutos antes que tú. Cuéntame todo- dijo Tess emocionada.

-Si te refieres a Axel, no, no estaba con él. Estaba en mi cuarto pensando en algo- dije, dándome cuenta de que Luke se había ido en cuanto habíamos mencionado a Axel.

-Oye, ¿ha pasado algo con Gael?- me preguntó Lara, dándose cuenta de cómo lo miré cuando se fue.

-Eh, si ya os contaré. Vamos a entrenar ¿no os parece?- cambié de tema.

-¿A mí también me lo contarás? Ya sabes que me alimento de chime- dijo Joss, provocando que yo le diera un codazo.

-Ahora no te voy a contar nada, por chismoso- le contesté.

-¿Que hacen esos ahí?- dijo Linnda, que hasta ahora no había hablado. Supuse que Gael ya se lo había contado a su hermana.

Todos nos giramos, en medio del campo estaban Matheo Ayes, el director de las pruebas y padre de Axel y, a ambos de sus lados dos hombres corpulentos, que supuse que eran sus guardaespaldas.

Matheo Ayes no era nada parecido a Axel, tenía los ojos azules y era completamente rubio, al contrario que Axel, que era pelinegro de ojos grises. Supuse que Axel había salido a su madre Lia, la cual murió en el parto.

Todos nos acercamos a el señor Ayes, el cuál empezó a hablar:

-Hoy haremos un simulacro de las pruebas en el que comprobaréis vuestro nivel, empezarán ahora mismo. Colocaros en una fila en el orden en el que estábais en las listas, pasaréis uno a uno.

Primero pasaron todos los de la clase alta, de los cuáles Axel sacó la máxima puntuación, 19000 puntos para ser exactos. Era muy bueno, aunque había comprobado de sobra que el combate cuerpo a cuerpo no era uno de sus fuertes.

Todos los de la clase alta seguían dentro de ella con bastante puntuación. Ellos llevaban una gran ventaja, ya que desde que eran pequeños tenían tutores privados que les enseñaban lo que necesitaban, y no solo eso, no tenían un obstáculo que nosotros si teníamos. Ellos dedicaban su vida para prepararse para las pruebas, no tenían que ayudar a sus familias para pagar la casa o incluso para comer. Estas pruebas eran una farsa y todo el mundo lo sabía. Estas pruebas eran una mentira que todo el mundo decidía creerse.

Pasaron todos mis amigos por delante de mí, ningún débil. Mi hermano estaba cerca del limbo, con 7010 puntos, no estaba mal, solo no debía de ponerse nervioso en las pruebas y todo estaría bien.

Llegó mi turno, dudé en que hacer, pero decidí sacar todo mi potencial, tan solo era un simulacro. Cuando acabé uno de los agentes del orden que estaba midiendo los puntos anunció:

-Kia Perton, 14015 puntos, clase alta.

-¡Esa es mi chica!- gritó Tess, corriendo a abrazarme, provocandome una risa nerviosa.

Regresé con mis amigos y me paré a mirar al director de las pruebas, estaba tenso, se notaba que no le gustaba que una chica nacida en la clase baja pudiera pertenecer a la clase alta. Yo no era la primera con ese potencial, se han dado varios casos como los míos, pero a los de la clase alta nunca le agradaba la gente como yo.