𝐑𝐈𝐕𝐄𝐑𝐃𝐔𝐂𝐂𝐈𝐎́𝐍 || ❝ La streamer mexicana Rivers mantiene una relación de casi 7 años con su pareja, mejor conocida como Producción por medio de las redes ❞
¿Por qué Samantha teme perderlo por los rumores que el mismo medio hace? Le duele...
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Félix pov's
—Entonces... habla— me coloqué frente a ella, esperando una respuesta.
—Sentémonos— caminó hacia el sofá, sentándose y palmeando el lugar a su costado. Me acerqué, admitía que tampoco me gustaba discutir con ella, era algo que no quería volver a repetir.
—Te escucho.
—Primero, déjame explicarte todo. Yo no quise hacer ese comentario, pero lo hice al final de cuentas— se tensó—. Utilicé palabras que no estaban bien, lo comprendí después de decirlas.
Mi mandíbula se contrajo al recordar esas palabras que se clavaron como un golpe seco en mi estómago. Un doloroso recuerdo que me sumergía en aquel amargo sabor.
—Sé lo que hice. No tuve que decir eso, lamento mucho el haberte hecho sentir mal— sus ojos empezaron a cristalizarse. Mi corazón se contrajo al mirarla así, por más molesto que estuviera ahora, no me gustaba verla así—. Aunque también me gustaría saber... qué sentiste.
Me tensé al escuchar eso último, un apretón en mi estómago me hizo sentir un terrible disgusto que me causó náuseas. No podía enojarme con ella, su presencia me calmaba por más que hubiera pasado esa discusión.
—Dímelo— sus labios se hundieron preocupados—. Quiero saber qué sentiste.
—Sentí que te estorbaba— tragué saliva, sintiendo una piedra enorme de estrés recorrer mi garganta—. Sentí que ya el estar conmigo era un desperdicio por la manera en que dijiste todo. Por eso me fui, no quería estar allí.
—Discúlpame— acercó su mano a la mía, dudando en tocarla para después alejarla—. Yo... no quería que te sintieras así. Estuve mal.
No me gustaba para nada estar mal con ella, teníamos una relación estable desde hace años y no quería que todo se jodiera por un malentendido, o algo de éste estilo. Dentro de mí sabía que Samy no había querido decir nada de eso, tampoco había pasado por mi mente llegar a más después de aquel roce. Quizás era mi molestia la que me hacía imaginar cosas alternas.
—Mi amor...
—No pasa nada— acerqué mi mano a la suya y las entrelacé—. Olvidemos eso.
—Sé que hemos hablado sobre el matrimonio... y yo dije cosas que no pienso en realidad. Tú sabes perfectamente mi punto de vista en eso.
Asentí. Lo sabía muy bien, por eso me había caído como un golpe seco.
—Ya no pasa nada, olvidemos eso— volví a decirle—. ¿Sí?— me levanté del sofá, Samantha me imitó apenas lo hice, asustándome un poco por la inesperada acción.
Se abalanzó sobre mí, enterrando su rostro en mi cuello. Mis impulsos me ganaron en menos de un minuto, no podía resistirme mucho más. El hecho de ignorarla me había herido el doble que esas palabras, por lo que no dudé en corresponder aquel abrazo que tanto había deseado darle.
