Políglota (Chestappen)

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Max tomó su celular mientras caminaba de un lado al otro dándose valor para realizar la llamada qué tenía que hacer si quería a su nuevo ingeniero en jefe. "Mínimo un mensaje" se decía mentalmente para darse ánimos y así lo hizo; en lugar de llamar desbloqueo el teléfono y se fue directo a mensajes, un poco anticuado pero formal:

Hola Esteban, a pasado un tiempo y muchas cosas cambiaron y sucedieron. ¿Crees qué podamos hablar?.
[sábado, 15 de octubre. ]

Era un mensaje sencillo y rosaba entro lo formal e informal por lo qué Max creía que era perfecto, además no era una orden el hablar; solo una sugerencia. Tal vez así las cosas se sentirían menos pesadas si Estaban estaba de acuerdo con el plan en marcha, además no es como si lo estuviera obligando a nada.

Sin embargo, eso no quería decir qué no sintiera una pesadez en el estómago mientras los minutos se convertían en horas y ni siquiera un leído llegaba a su bandeja de mensajes. ¡Dios! Por eso prefería WhatsApp ahí por lo menos podías ver cuando la gente prefería no contestarte los mensajes. Estaba a punto de irse a dormir cuando su celular timbró anunciando una notificación y su yo desesperado no dudo en alzar el teléfono para verificar de que se trataba.

Hola Max, tienes razón. Ha pasado un tiempo.

Mírate, ahora todo un Campeón Mundial (felicidades). 🥳

Y claro que podemos hablar, márcame cuando puedas o pongámonos de acuerdo para vernos. Por cierto, si me marcas ahora juro por Dios que voy a volar a Mónaco solo para golpearte.

Son las 3am ahí. Tienes que dormir!!!
[Domingo, 16 de octubre.]

Esteban tenía razón, debía dormir y no dudaba que él cumpliera su amenaza de volar desde México hasta Mónaco nada más para golpearlo por sus costumbre somnolientas. Lo conocía de ante mano, lo mejor sería esperar mínimo a qué fueran las nueve en punto para volver a entablar la conversación.

Gracias, realmente fue genial ser campeón pero nada del otro mundo. Tal vez deberíamos ponernos de acuerdo para vernos.

¿Viajó o viajas?
[Domingo, 16 de octubre.]

Pregunté y gracias a cualquier deidad qué me acompañaba el día de hoy la respuesta no tardo nada en llegar, así qué mínimo no me moría de los nervios pensando en cuánto tardaría en contestarme Esteban.

Mmm tan importante como para vernos en persona.

Entiendo, en ese caso. 

Viajó.

Estás a punto de ir a el Gran Premio de Baku ¿no?, tal vez te puedo ver ahí. 😉
[Domingo, 16 de octubre.]

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Los nervios estaba en el aire, había viajado con tres días de antelación para sus juntas en el país extranjero con el fin de re-conectarse con Max; con el cuál había quedado de verse dos días antes de sus prácticas para la carrera qué se le avecinaba. Y aunque intento evitarlo, los nervios lo llevaron a elegir qué ponerse por una  hora completa.

Ni siquiera tenía sentido, solo se pondría al día con uno de sus viejos amigos; sin embargo, él sabía que había algo más hay. El gato dentro de la bolsa del que todos se negaban a hablar y tal vez hoy saldría a relucir. Bueno, no importaba no cuando iba treinta minutos tarde a la comida qué tenían planeada.