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Maddie había sido una persona ejemplar, fue una hija admirable y contaba con un encanto natural al hablar, había sido muy amada en su comunidad estudiantil. Era hermosa físicamente hablando con grandes atributos por lo que era lógico que ella terminara emparejada con alguien como Max. Sin embargo las cosas nunca eran tan fáciles como aparentaban, Maddie también era una persona narcisista y manipuladora.

Nunca le agradó a los amigos de Max y se lo trataron de advertir en múltiples ocasiones pero como casi siempre pasa en las relaciones abusivas él nunca hizo caso. Comienzo ha aislarse y poner excusas por ella; para colmo ni siquiera parecía esforzarse mucho en pensar mentiras para justificar los moretones que empezaron a llegar con el tiempo.

Max estaba acostumbrado a la vida en donde si alguien te ama también te lastima y un claro ejemplo era su padre que nunca le dio la atención debido sino era para matarlo entrenando para ser un piloto de F1 o para denigrarlo y des validar su forma de sentir, actuar o pensar. Así que si, fue fácil para Maddie el volverse importante para Max por que ella le mostró el amor que no tenía en su familia.

Al principio como siempre todo fue de maravilla y aunque no era perfecto tampoco fue tan mal, solo pequeñas discusiones como todas las parejas. Pero hubo muchas ocaciones que rompieron el espíritu de Max; pero aún así era más fácil el soportar que dejar ir a la única persona que le mostraba "amor" así que no fue sorpresa que los meses se convirtieran en años de relación.

Pero todo termino tan abruptamente que Max aún tenía un poco borroso como habían acontecido los hechos. En un momento estaban felices en una fiesta clandestina de su universidad y al otro estaba lleno de sangre mientras Gael se encargaba de mantenerlo cuerdo. Reid y Benjamín parecían discutir el curso a tomar mientras Esteban y Said limpiaban el lugar o eso parecía que hacían.

-Bien Max, necesitamos que te concentres por un rato.- Le dijo Reid a su amigo mientras se arrodillaba enfrente de él moviendo a Gael en el proceso.- Tus cortes son profundos y no me animaría a saturarte aquí pero podemos ir a mi casa ahí tengo los materiales de la escuela y mis padres no están este fin de semana.

-¿Pero qué pasa con Maddie?.- Preguntó Max mientras volvía su vista al cuerpo inerte que yacía en la alfombra del elegante departamento propiedad de Said.- ¿La revisaste verdad? ¿Va estar bien?.

-Max, ella no respira.- Le confesó provocando un ataque de pánico por parte de Max que trataron de controlar lo mejor que pudieron. No era su culpa, él no tenía que sentirse culpable de nada y estaba seguro que ninguno de los chicos dejaría que Max se sintiera así.

-¿Qué vamos hacer? Mierda, nos vamos a ir a la cárcel.

-No.- Se escuche muy serio saliendo de Said como si realmente creyera que podrían salir bien librados de lo que había sucedido en el lugar.- No, tenemos algunas opciones y en ninguna vas a ir preso Max. Ni siquiera hiciste nada, ahora deja que yo y los demás lo solucionemos. Y si alguien necesita ir preso, entonces, tomaré la responsabilidad; de todos modos fui yo.

-Pero fue mi culpa.- Se quejó con lágrimas en los ojos.- Yo sabía que ella no quería venir pero aún así la traje por mis cosas y podía venir mañana.- Comenzó a divagar.

-¡Eso es mierda Max!.- Exclamó Esteban antes de colocarse atrás de la silla que mantenía a Max bien estabilizado pues todo su cuerpo temblaba.- Nunca le pediste que saliera del coche y te acompañara hasta el apartamento ¿o si? Y mucho menos le pediste que te atacara por una tontería como reírte por algo que dijo Reid.

-No, yo no le pedí que me acompañara pero ella esta.—Estaba— se corrigió antes de continuar con su voz rasposa de tanto llorar y su boca seca con sabor amargo por el alcohol y el mal trago que le traía toda la situación.- Ella estaba borracha.

Políglota (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora