Políglota (Chestappen)

7

Checo se encontraba un poco nervios mientras se encaminaba al cuarto de hotel de su compañero de equipo, llevaba en una de sus manos una botella de su tequila como ofrenda de disculpa mientras rezaba para que no estuviera Gael con Max. No es que le tuviera miedo a él rubio cenizo pero tampoco quería estar del lado malo del Neerlandés pues estaba claro que ambos rubios se tenían un cariño especial.

-Checo, que sorpresa tenerte acá.- Me dijo Max cuando abrió la puerta después de que yo la allá tocado sin exagerar por un minuto entero.- Perdón por tardarme, me estaba cambiando.

-No te preocupes. Fui yo el que llegó sin avisar.

-Está bien ¿qué te trae por acá?.- Exclamo con curiosidad al ver lo que traía en la mano, pude ver su interés en la botella cuando se percató de que era. Pues es un conocimiento común que a Max le gusta la fiesta y por ende el alcohol.

-En realidad, me vengo a disculpar por cómo he actuado; no me sentía muy bien.- Me justifique aunque no era del todo verdad pues en términos de salud estaba extremadamente bien pero los celos eran una cosas muy fea que me hacían actuar de aquella manera.- Te traje tequila de disculpas.

-No tenías que tráeme nada Checo, y ¿ya estás bien? ¿Qué tenías o tienes?.- Me preguntó con preocupación cosa que me hizo sonreír pues Max siempre era así de atento conmigo.

Max me invitó a quedarme un poco más de tiempo con él mientras jugábamos FIFA y nos tomábamos uno que otro shot de tequila. Me sorprendió lo experto que parecía Max para tomar tequila pero lo justifique con el hecho de que este iba mucho a fiestas y era obvio que en algún punto alguien le había enseñando a tomar correctamente el tequila — tal vez ese alguien fue Esteban— me dijo mi mente pero lo ignoré por el bien de mi salud mental.

Las mejillas de Max estaban sonrojadas por el alcohol haciendo que me muriera de ganas por besarlas y lo abría hecho si no hubieran tocando en ese momento la puerta del cuarto; Max que se encontraba un poco más borracho que yo soltó un "Puta madre" que me hizo congelarme en mi lugar. Quería preguntar al respecto pero el antes mencionado ya estaba abriendo la puerta.

-Perdón, ¿en qué estábamos?.- Me preguntó Max cuando se despido de Esteban que le venía ha avisar que saldrían en la mañana hacia Mónaco.

-¿Sabes que significa Puta madre?.- Me anime a preguntarle pues entre su nueva frase y el amor que había soltado antes junto con su italiano me estaba haciendo dudar sobre su conocimiento en el español.

-Si.

Fue todo lo que dijo antes de correrme de su cuarto con la excusa de tener que dormir para tomar su vuelo de mañana, lo acepté porque no estaba seguro de querer escuchar como él me había entendido todo este tiempo y había decido ignorar mis sentimientos para él estar cómodo con ese conocimiento.

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Tenía un dilema entre manos ahora que ya no se preocupaba por su monoplaza, todo este fin de semana le había resultado abrumador por múltiples razones. Tenía a su padre en el teléfono maldiciéndolo por re-conectarse con Esteban y el resto de sus amigos a lo cual solo contestó con un simple "no es tu problema" en mi idioma natal.
Hace tiempo que había aceptado que tendría que poner distancia y falta de comunicación con su padre para seguir con su vida; pero tampoco podía descartarlo por completo ya que su padre sabía algunas cosas que por nada del mundo podían salir a la luz del día.

Pero su verdadero dilema tenía nombre y apellido latino Sergio Pérez lo tenía entre la espada y la pared, ya que no lograba ponerle nombre a lo que sentía por el mexicano. Lo hacía sentir como no se había sentido antes, del modo en el que te cosquillea algo dentro cuando estás cercas y quieras o no gravitas a tu contraparte.