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Fue un alivio para Harry entrar en la sombra de la reluciente cocina.
Encima del frigorífico estaba el pudín de la cena: un montículo de nata
montada con violetas de azúcar. Una pieza de cerdo asado chisporroteaba
en el horno.

¡Come deprisa! ¡Los Mason no tardarán! - le dijo con brusquedad tía
Petunia, señalando dos rebanadas de pan y un pedazo de queso que había en la mesa.

Ella ya llevaba puesto el vestido de noche de color salmón.

Tn por su parte llevaba un vestido a su medida de color negro, con una chamarra de cuero color negro y zapatos de tacón.

Harry se lavó las manos y engulló su miserable cena. No bien hubo
terminado, tía Petunia le quitó el plato.

¡Arriba! ¡Deprisa! - ordena mi tía

Al cruzar la puerta de la sala de estar, Harry vio a su tío Vernon y a
Dudley con esmoquin y pajarita. Acababa de llegar al rellano superior
cuando sonó el timbre de la puerta y al pie de la escalera apareció la cara
furiosa de tío Vernon.

Recuerda, muchacho: un solo ruido y… - murmura

Harry entró de puntillas en su dormitorio, cerró la puerta y se echó en la cama.

La familia Masón llegó justo a la hora acordada, Tn hizo una reverencia con mucho respeto, ganando una sonrisa por parte de los invitados. Todos se sentaron en la sala mientras Tn y Petunia acomodaban perfectamente la mesa con los platos y los cubiertos.

Tiempo Después.

Todos estaban disfrutando de la deliciosa cena que había sido preparada por las dos mujeres de las casa, de la nada, comenzaron a escuchar ruidos arriba, tío Vernon, había dicho que era el gato, sin embargo, los ruido siguieron, por lo que tío Vernon fue a revisar, Tn y Petunia se quedaron observando, Tn no sabía que sucedía allá arriba y le preocupaba bastante. Después de unos segundos, tío Vernon volvió con una sonrisa amable en su rostro. Todo siguió como si no hubiera pasado nada allá arriba.

Rato Después

Tío Vernon estaba hablando

… Señor Mason, cuéntele a Petunia aquella divertida anécdota de los
fontaneros americanos, se muere de ganas de oírla… _ dice tío Vernon

Tn estaba concentrada en lo que sus tíos y los señores Masón decían, pero en eso, ella estando alejada, logro notar como el pudín magistral de tía Petunia, el montículo de nata y violetas de azúcar, flotaba cerca del techo. Un elfo estaba en cuclillas sobre el armario que había en un rincón.

No - Escucha rogar a Harry con voz ronca - Se lo ruego…, me matarán…

Harry Potter debe prometer que no irá al colegio. - dice una pequeña voz chillona

Dobby…, por favor… - pide mi hermano

Dígalo, señor… - dice el elfo

¡No puedo! - menciona Harry

Entonces Dobby tendrá que hacerlo, señor, por el bien de Harry
Potter. - menciona el elfo y segundos después el pudín cayó al suelo con un estrépito capaz de provocar un infarto. El plato se hizo añicos y la nata salpicó ventanas y paredes. Dando un chasquido como el de un látigo, Dobby desapareció.

Del comedor llegaron unos alaridos y tío Vernon entró de sopetón en la
cocina y halló a Harry paralizado por el susto y cubierto de la cabeza a los
pies con los restos del pudín de tía Petunia.

Al principio le pareció que tío Vernon aún podría disimular el desastre

(«Nuestro sobrino, ya ven…, está muy mal…, se altera al ver a desconocidos, así que lo tenemos en el piso de arriba…»). Llevó a los
impresionados Mason de nuevo al comedor, prometió a Harry que, en
cuanto se fueran, lo desollaría vivo, y le puso una fregona en las manos. Tía
Petunia sacó helado del congelador y Harry, todavía temblando, se puso a
fregar la cocina.

¿Potter O Snape?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora