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Nos veremos dentro de una hora en Flourish y Blotts para comprarles los libros de texto - dijo la señora Weasley, yéndose con Ginny - ¡Y no se acerquen al callejón Knockturn! - gritó a los gemelos, que ya se alejaban.

Harry, Ron, Hermione y Tn pasearon por la tortuosa calle adoquinada. Las monedas de oro, plata y bronce que tintineaban alegremente en la bolsa dentro del bolsillo de Harry y Tn, estás estaban pidiendo a gritos que se les diera uso, así que compraron cuatro grandes helados de fresa y mantequilla de cacahuete, que devoraron con avidez mientras subían por el callejón, contemplando los fascinantes escaparates. Ron se quedó mirando un conjunto completo de túnicas de los jugadores del Chudley Cannon en el escaparate de Artículos de calidad para el juego de quidditch, hasta que Hermione se los llevó a rastras a la puerta de al lado, donde debían comprar tinta y pergamino. En la tienda de artículos de broma Gambol y Japes encontraron a Fred, George y Lee Jordan, que se estaban abasteciendo de las «Fabulosas bengalas del
doctor Filibuster, que no necesitan fuego porque se prenden con la humedad», y en una tienda muy pequeña de trastos usados, repleta de varitas rotas, balanzas de bronce torcidas y capas viejas llenas de manchas de pociones, encontraron a Percy, completamente absorto en la lectura de un libro aburridísimo que se titulaba Prefectos que conquistaron el poder.

Estudio sobre los prefectos de Hogwarts y sus trayectorias profesionales - leyó Ron en voz alta de la contracubierta - Suena fascinante…

Marchense - les dijo Percy de mal humor.

Desde luego, Percy es muy ambicioso, lo tiene todo planeado; quiere llegar a ministro de Magia… - dijo Ron a Harry y Hermione en voz baja, cuando salieron dejando allí a Percy.

Saben... A veces siento que a pesar de varias actitudes que Percy tiene, y sus intentos equivocados de ganar dinero, es alguien que a penas está aprendiendo en la vida - dije

Una hora después, se encaminaban a Flourish y Blotts. No eran, ni mucho menos, los únicos que iban a la librería. Al acercarse, vieron para su sorpresa a una multitud que se apretujaba en la puerta, tratando de entrar. El motivo de tal aglomeración lo proclamaba una gran pancarta colgada de las ventanas del primer piso:

GILDEROY LOCKHART

Firmará hoy ejemplares de su autobiografía

EL ENCANTADOR

De 12:30 a 16:30 horas

¡Podremos conocerlo en persona! - chilló Hermione - ¡Es el que ha escrito casi todos los libros de la lista! - Tn solo hizo una mueca al escuchar a su amiga tan fascinada.

La multitud estaba formada principalmente por brujas de la edad de la señora Weasley. En la puerta había un mago con aspecto abrumado

Por favor, señoras, tengan calma…, no empujen…, cuidado con los libros… - decía el señor

Los hermanos Potter, Ron y Hermione  consiguieron al fin entrar. En el interior de la librería, una larga cola serpenteaba hasta el fondo, donde Gilderoy Lockhart estaba firmando libros. Cada uno agarro un ejemplar de Recreo con la «banshee» y se unieron con disimulo al grupo de los Weasley, que estaban en la cola junto con los padres de Hermione.

¡Qué bien, ya estan aquí! - dijo la señora Weasley. Parecía que le faltaba el aliento, y se retocaba el cabello con las manos - Enseguida nos tocará.

A medida que la fila avanzaba, podían ver mejor a Gilderoy Lockhart.

Estaba sentado a una mesa, rodeado de grandes fotografías con su rostro, fotografías en las que guiñaba un ojo y exhibía su deslumbrante dentadura.

El Lockhart de carne y hueso vestía una túnica de color añil, que combinaba perfectamente con sus ojos; llevaba su sombrero puntiagudo de mago desenfadadamente ladeado sobre el pelo ondulado.

¿Potter O Snape?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora