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—Veamos... qué película...— Busqué entre mi tesoro de películas en Netflix. —Puede ser.— Hice clic en Mi pobre angelito y dejé que se cargara mientras buscaba mis palomitas y bebidas, además de mis mantas y almohadas.
⏱️Salto de Tiempo⏱️
Me reí cuando Warry pisó algunos adornos. —Parece que te estás divirtiendo.— Me giré para mirar a mi hermano, Wally.
—¡Has vuelto!— Sonreí y salté abrazándolo.
—Sé que ser un héroe significa volver en los momentos más inesperados, pero nunca estás en casa tan temprano.— dije y señalé el reloj que dijo las 8:00pm.
—Bueno, no hubo nada realmente interesante hoy.—Se encogió de hombros y me despeinó.
—Sí, sí. —Puse los ojos en blanco y me senté a seguir viendo mi película.
—Además, Dick viene mañana.— dijo Wally mientras comía (robaba) unas palomitas de maíz.
—¿¡Qué!?—Me levanté mirando a Wally.
—¿Qué?— Wally me miró confundido.
—¿Me estás diciendo que tu mejor amigo, Richard Grayson-Wayne, hijo de Bruce Wayne, que también es Robin —dije esa última parte en voz baja—vendrá aquí?—pregunté y Wally asintió.
—Ah, cierto. En realidad, ustedes dos no se han conocido antes— dijo Wally y yo me dejé caer en el asiento.
⏱️Salto de Tiempo⏱️
A la mañana siguiente, estaba en mi habitación, peinándome. Quería esforzarme un poco en mi aspecto ese día.
—¡Chorrito! ¡Baja! —me gritó Wally con ese estúpido apodo.
—¡Deja de llamarme así! Yo era solo un año más joven que él y él era apenas un poco más alto que yo.—
Bajé corriendo las escaleras, y sin gracia, tropecé con mis propios pies y estaba a punto de caerme de cara cuando dos brazos me atraparon. Rápidamente me di cuenta de que era Dick y me levanté por mi cuenta y miré hacia otro lado torpemente. —L..lo siento...— dije.
—No hay problema —dijo, y vi una mano extendida hacia mí—. Soy Richard, pero todos me llaman Dick. Me sonrió.—
—Hola, Dick —sonreí y le estreché la mano.
—Soy (T/N) West, un gusto.— le dije mientras le sonreía.
⏱️Salto de Tiempo⏱️
Ese día fue el comienzo de nuestra amistad. Pasaron tres años hasta que tuve el coraje de invitar a Dick a salir y él dijo que sí. Luego pasaron dos años más y yo estaba en mi propio apartamento, terminando mi proyecto final para la universidad. Entonces escuché que tocaban a mi puerta. —¡Está abierta!— grité.
—¿(T/n)?— La reconocí como la voz de Dick.
—Aquí a dentro.— dije mientras guardaba mi borrador. Antes de que Dick...
Podía decir cualquier cosa, le mostré mi trabajo de portada, —¿te parece bien? Sé que el arte no es lo tuyo, pero ¿es demasiado? ¿El equilibrio de color? ¿El sombreado? ¿Ideas?— pregunté, tirando de su brazo hacia mi cama y le mostré mi trabajo. Estuvo sorprendentemente en silencio todo el tiempo. Entonces me di cuenta de que estaba vestido de civil y tenía las gafas de sol puestas. Nunca decía nada sobre sus gafas de sol delante de mí, porque nunca había necesidad de hacerlo, a menos que estuviera escondiendo una lesión. Dejé mi computadora portátil a un lado. —¿Puedo?— Busqué sus gafas de sol, me detuve esperando una negativa o algo, pero no llegó. Le quité las gafas de sol de la cara y las coloqué en mi mesita de noche. Me acerqué a su mejilla y acerqué sus ojos a mi nivel. —Oh, Dick...— Sus ojos estaban todos hinchados y rojos y tenía lágrimas frescas acumuladas en las esquinas de sus ojos cobalto generalmente brillantes. Lo atraje para abrazarlo y él envolvió sus brazos alrededor de mi cintura perezosamente, —¿Qué pasó?— Pregunté, acariciando suavemente el cabello de su cabeza.
—Wally, él está... está muerto...— dijo suavemente.
Hice una pausa, sintiendo que se me helaba la sangre y como si el tiempo se hubiera detenido. —Ya veo...— murmuré en voz baja.
—Lo siento. —Dick me abrazó más fuerte
—No tienes por qué disculparte —susurré y le besé la frente—. No es tu culpa. Estoy segura de que hiciste todo lo que pudiste —consolé a Dick, sabiendo lo mucho que debía dolerle haber perdido a otra persona tan cercana a él.
—Estoy seguro de que Wally se fue de una manera de la que debería estar orgulloso —dije suavemente y le sonreí a Dick.
—Estaba planeando no decírtelo... al menos... no tan pronto — susurró, agarrando con fuerza el dobladillo de mi camisa.
—Está bien. Lo entiendo... —susurré—. No te preocupes. Quédate aquí esta noche —dije, besando su mejilla—. Es tarde —dije, limpiando las lágrimas que caían de su rostro.
—Gracias.—Me sonrió y yo le devolví la sonrisa.
—No te preocupes.— dije y me senté en mi cama.
Más tarde esa noche, observé a Dick dormir plácidamente. Salí silenciosamente de mi dormitorio y fui a la sala de estar. Me senté contra una pared y abracé mis piernas contra mi pecho. —Idiota...— susurré, mis ojos se sentían calientes mientras finalmente me permitía llorar. Manteniéndome enroscada como una bola, mi mano agarrando firmemente mis brazos, mordiéndome los labios, traté de permanecer callada y no molestar a Dick.
