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Estaba caminando hacia mi casa y ya era pasada la medianoche. La nueva contable, Susan, parecía haber mezclado algunos archivos, así que pasé las últimas dos horas arreglándolos y organizándolos. Soy una compañera de trabajo muy agradable. Escuché gemidos y supuse que eran... un par de personas... que se estaban divirtiendo, así que apresuré mis pasos para no molestarlas.
—Ugh...—Me detuve antes de pasar por el callejón.
"¿Quizás alguien necesite ayuda?" pensé.
Me asomé con cautela por la esquina y vi una pierna, o una bota. La persona estaba detrás de un contenedor de basura. Caminé lentamente hacia él. —Umm, ¿hola? ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda?.— pregunté y vi que era un hombre. Uno bastante guapo, además. Tenía el cabello negro y una raya blanca en el pelo. Sus ojos estaban cerrados, así que no sabía de qué color eran. Me agaché y puse una mano sobre su cuello, pero no podía sentir el pulso. Me aparté y miré hacia arriba y hacia abajo del callejón. —Debería llamar a la policía.— murmuré y saqué mi teléfono. Introduje los números, pero antes de poder llamar, me patearon el teléfono y me empujaron contra la pared. Miré al tipo, y era el tipo de antes, que pensé que estaba muerto.
—No... llames... a la policía.— dijo con voz ronca.
—...N-no tenías pulso...— dije algo asustada.
—Olvídate de todo lo que viste— dijo y me soltó, y caminó hacia la calle, tambaleándose un poco.
—¡Oye, espera! —Extendí la mano y lo agarré por la chaqueta.
—Déjame ir— dijo volviéndose ligeramente hacia mí.
—Pareces herido... Déjame ayudarte—dije y él me miró fijamente.
—Solo tengo hambre.— dijo volviéndose hacia mí y noté que sus ojos estaban rojos, como brillando un poco.
—Bueno, ¿puedo traerte algo de comer? —dije y él me miró fijamente.
—Déjame en paz —gruñó, apartó mi brazo de él y se fue.
⏱️Saltó de tiempo⏱️
Me estaba preparando para ir a una fiesta de la empresa. Me miré en el espejo. Estaba un poco gordita, pero no me importó demasiado. Las chicas demasiado delgadas parecen frágiles y yo no quiero parecer frágil. Me puse un vestido sencillo color rojo. Me queda bien y no me aprieta hasta el punto de no poder respirar. Me puse los tacones, agarré un cárdigan y me fui.
