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✨Tim's POV:✨
Estoy sentado frente a la computadora en la cueva. Tenemos un caso importante en el que trabajar y he estado trabajando duro para intentar terminarlo. Detrás de mí, en el sofá, está mi novia, T/N. Suspira de nuevo por centésima vez hoy. Últimamente no he podido pasar mucho tiempo con ella debido al caso. —¡¿Timmy?!—pregunta mientras se acerca a mí.
—¿Sí, nena? —le pregunto sin apartar la mirada del ordenador.
—¡Por favor, pasa un rato conmigo! ¡Te extraño! —dice mientras envuelve sus brazos alrededor de mi cuello.
—¡Pronto, nena! ¡Pronto!— le digo. Ella gime en mi oído, pero no sigue luchando.
✨T/N's POV:✨
Me quejo por su negativa a prestarme atención, pero no empiezo a discutir. Estoy a punto de alejarme y volver a hacer pucheros en el sofá cuando una idea me viene a la cabeza. Una sonrisa tira de mis labios mientras hago mi pregunta. —Ya que no puedes pasar tiempo conmigo, ¿puedo al menos sentarme en tu regazo?— pregunté sin ninguna pista sobre el plan que tengo por delante.
Lo piensa durante un minuto antes de empujar la silla hacia atrás. —Está bien.— responde. Camino alrededor y me siento cómodamente en su regazo. Mi cara está hacia él mientras escucho que comienza a escribir de nuevo. Después de unos minutos empiezo a frotar mi mano de arriba a abajo por su pecho y estómago. Lentamente trazo sus abdominales mientras su escritura tiembla durante un minuto antes de volver a la normalidad.
Al no haber hecho mayores cambios, intento una ruta diferente. Me acerco más a él para que estemos pecho contra pecho. Me inclino hacia su cuello y empiezo a darle besos. Hago diferentes recorridos arriba y abajo por su cuello y mandíbula y muy pronto le hace efecto. Al principio esconde sus gemidos, pero pronto empiezan a salir. Al ver que esto es efectivo, lo agito un poco. Le dejo una larga lamida en el cuello antes de darle unos cuantos besos en la mandíbula. Escucho su respiración agitada ante mis acciones y sonrío aún más.
—Te-te-tengo que trabajar...— tartamudea.
—Nunca dije que no pudieras trabajar —digo entre besos con la boca abierta. Él va a responder, pero lo único que sale de su boca son gemidos. Dejo algunos chupetones y marcas de mordidas más antes de buscar algo más que hacer. Al escuchar de nuevo, me doy cuenta de que ha dejado de escribir. Feliz con mi pequeña victoria, trato de desconcertar a dos.
