Cruzando la línea

Cap 15

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La alarma situada en la mesita de noche se hizo presente; ruidosa y molesta era la palabra correcta, imposible de ignorar.

El resplandor del ventanal de al lado cegaba los ojos de los recién despertados. Todo era un desorden: las sábanas manchadas de tal vez semen u otros fluidos, tiradas en el piso junto a almohadas y ropa desordenada por allí.

Hicieron contacto visual, escaneando su estado actual. Hyunjin tenía el pelo todo alborotado y ojos brevemente hinchados por dormir. Félix, al igual que él, tenía un desorden en su cabello, ojos hinchados como si hubiese llorado y mejillas rosáceas.

—¡Qué jodido dolor de cabeza! —rompió el silencio Félix, haciendo como si iba a volver a dormir, pero en realidad solo estaba mirando al techo, intentando recordar algo de anoche.

La alarma seguía sonando, molestando a ambos. Hyunjin salió de la cama, quitándose la sábana de encima, dando a ver que estaba sin ropa.

—¡Oh, Dios! ¡Estás desnudo! —Félix se escondió bajo la otra sábana para no ver nada, aunque ya lo había visto todo, pero aún así lo ponía nervioso.

Con recuerdos desordenados y piezas faltantes, llegó a la conclusión de que tuvieron sexo; su dolor de espalda era la mayor prueba de ello.

Hyunjin apagó la alarma.

—¿Qué dices? Tú también estás desnudo —contraatacó, echando su cabello hacia atrás con el dorso de su mano para luego encaminarse hacia donde se encontraba el rubio, quitándole la sábana de la cara.

—Ok, creo que tuvimos sexo —dijo Félix, tapando su cara con ambas manos, ocultando su nerviosismo y su sonrojo.

—¿Crees? —preguntó Hyunjin, con sarcasmo en sus palabras, para luego tomar su teléfono solo para verificar que aún era temprano para ir a la escuela.

—Tenemos que ir a la escuela, lindo. Y probablemente el cuerpo te duela. Si no quieres ir a la escuela, está bien, me quedo aquí contigo y vemos una película —Hyunjin besó su frente y luego le miró a los ojos.

—¿Iremos? —la palabra sonó más como pregunta que como afirmación. Se estrujó los ojos con frustración y volvió la mirada hacia Hyunjin.

—Bueno, si tú lo dices —Hyunjin desbloqueó su celular y lo primero que apareció fue el dichoso video de anoche. Miró extrañado a la pantalla para luego darle a reproducir.

—Mira qué encontré por aquí.

Lo primero que se escuchó fue a Félix gritar:

—¡Oh, Dios! —rió Hyunjin, subiendo el volumen al máximo. Félix se acercó a ver de qué se reía el pelinegro, pero se quedó con la palabra en la boca al ver de quién se trataba el video.

—¡Ay, Dios! ¿¡Ese soy yo!? ¡Borra eso! —Félix chilló con desesperación, intentando arrebatarle el celular, no consiguiéndolo, por supuesto.

—¡Espera, yo quiero ver! —respondió Hyunjin, muy concentrado, tratando de escuchar todo lo que Félix decía y gemía. No pudo evitar que le saliera una risa nerviosa mientras Félix se volvió a esconder bajo las sábanas. El video terminó y Hyunjin saltó donde se encontraba el tumulto de sábanas y lo abrazó por atrás.