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Gemini estaba persiguiendo algo; Fourth estaba seguro de ello. Estaba jugando un juego cuyo propósito todavía no estaba completamente claro para Fourth.

No sabía qué esperar del otro hombre luego de anoche. Joder, no sabía qué esperar de sí mismo después de anoche. Ya no estaba seguro de cómo actuar en torno a Gemini. Su plan a medio cocinar, de pretender ser un chico ignorante y vulnerable para lograr que Gemini dejara caer la guardia a su alrededor parecía irrisible ahora. Ya no necesitaba fingir.

Se sentía terriblemente inhibido y vulnerable después de revelarle a GeminiNorawit, de todas las personas posibles, su perversión más vergonzosa: que le excitaba ser forzado, usado, rebajado y llamado de forma despectiva. Ninguno de sus anteriores novios había sabido de ese fetiche en particular. Fourth siempre había estado demasiado avergonzado para contarles, sintiéndose como una aberración por excitarse con algo como eso.

¿Por qué no podía ser normal?

-No quiero hablar de ello -dijo Fourth, manteniendo los ojos fijos en la bandeja de comida y resistiendo la urgencia de alejarse del hombre que estaba a su lado. La cama parecía ser tan pequeña con el largo cuerpo, de hombros anchos, de Gemini estirado casualmente sobre ella.

¿Tenía que sentarse en la cama de Fourth? Había una silla perfectamente buena en la habitación.

-¿Por qué? -dijo Gemini.

-No sé para usted, pero el sexo es un tema privado para mí - dijo Fourth tan calmado como pudo, cortando un trozo de manzana con el cuchillo y llevándoselo a la boca. Se preguntaría
por qué Gemini le permitiría tener un cuchillo, si tuviera alguna ilusión delirante sobre su capacidad física para vencerlo en una lucha. Era obvio que los músculos de Gemini no eran resultado de ejercicios físicos y una buena dieta. Gemini se movía con la fluidez y confianza de un hombre que sabía usar su cuerpo como un arma.

La pregunta era: ¿Por qué estaba este peligroso -y presumiblemente muy ocupado- hombre perdiendo su tiempo viendo comer a Fourth y preguntando cosas que Fourth no quería discutir?

Todo era muy desconcertante, especialmente luego de la última noche... después de que Gemini follara su boca, lo besara hasta que los dedos de sus pies literalmente se enroscaran, y luego irse a su dormitorio a follarse a una mujer cuyos gemidos Fourth podía oír incluso a
través de las dos puertas que separaban sus habitaciones.

Fourth frunció los labios.

-No eras una cosita tan mojigata anoche -dijo Gemini.

-Anoche fue un error -dijo Fourth con rigidez, mirando los restos de su plato y luchando,contra el sonrojo-. No soy... no soy así.

-¿Así cómo? ¿Gay?

-No, obviamente soy gay -Fourth levantó los ojos hacia Gemini. Intentó no mirar la piel que se podía apreciar gracias a la camisa a medio desabrochar de Gemini -. Mire, tiene una impresión equivocada. No me gustan ese tipo de cosas... no realmente. He tenido cuatro novios y no he hecho nada como eso con ninguno de ellos.

Una sonrisa floja curvó los labios de Gemini.

-Me halagas.

Cuando Fourth lo fulminó con la mirada, Gemini sonrió más ampliamente, divertido. La sonrisa realmente alcanzó a su mirada fría, y por primera vez, Fourth entendió lo atractivo y encantador que podría ser este hombre si quisiera serlo. La idea lo inquietó. No quería registrar ese dato.

-No habla muy bien de tus relaciones si no podías contarle a tus parejas qué es lo que te gusta - dijo Gemini, estudiándolo con los ojos entrecerrados.

Paseando la vista por la habitación, Fourth dijo:

-No es... realmente no es la gran cosa. Una relación, para mí es algo más profundo que algunas perversiones raras -Fourth acomodó un mechón suelto tras su oreja-. No es como que yo esté tan interesado en ello. No soy un monstruo.

Just a Bit RuthlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora