Episodio 11

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Comienzan los problemas

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Comienzan los problemas

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Los días pasaban, Hanako y yo nos habíamos vuelto más cercanos desde aquella vez en la playa. Ahora realmente éramos una relación, estábamos casados y de verdad nos amábamos. Al fin había un poco de paz a nuestro alrededor, bueno, no duro mucho.

— Jay, ¿por que tu padre parece odiarme? — preguntó Hanako mientras nos arreglábamos para dormir.

— No lo se, parece que le molesta el hecho de que no tengamos un hijo. Puedo entenderlo, el ya es algo mayor y bueno... creo que quiere disfrutar un tiempo con su nieto.

— Ya... veo.

— Pero yo no te obligo a nada, no te preocupes.

Escuche una risita por parte de Hanako, sabía que había un lado de ella que aún no conocía muy bien. Hanako dejo su peine en el tocador y se acerco hasta mi, recostándose encima mío.

— Hanako... ¿que haces?

— Nada, estas son cosas que hacen las parejas, ¿no? — dijo con una sonrisa picara.

Me gustaba ese lado de ella.

— ¿De verdad?

— Si.

Tome la cintura de Hanako acercándola a mi, nuestro labios se encontraron en un beso apasionado y algo caliente. Las manos de Hanako acariciaban mi abdomen y pecho, las mías se mantenían en su cintura y piernas.

— ¿Estas segura de esto? No quiero que te sientas presionada por mi padre.

— Estoy bien Jay, muy bien.

Mis manos se dirigieron a el comienzo de su blusa, desasiéndose de ella. Hanako beso mi cuello mientras desabrochaba mi camisa.

— ¿escuchaste eso? – pregunte.

Hanako se alejo de mi y ambos guardamos  silencio, el sonido de vidrios rotos y cosas cayendo nos alerto a los dos. Deje a Hanako en la cama y salí con cuidado de la habitación, estaba algo alarmado.

— Jay...

La voz de mi padre llamo mi atención, me acerqué hasta el y ambos vimos por las cámaras. Aquellos hombres que habían matado a la abuela de Sana estaban aquí en la casa, y no solo ellos.

— Es Lee Heeseung.

Me acerqué nuevamente a la puerta de la habitación y le hice señas a Hanako para que se quedara allí. Tome la pistola que estaba en mi habitación e hice una llamada rapida.

¿Jay? ¿Por que me llamas a esta hora? — preguntó Sunghoon con voz de dormida.

— Necesito tu ayuda, Heeseung está en mi casa.

¿Qué? Voy para allá enseguida.

Antes de Sunghoon llegara, los gánsters habían desaparecido.

Antes de Sunghoon llegara, los gánsters habían desaparecido

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— ¿Heeseung estaba aquí en la casa? — preguntó Sunghoon.

— Si, no se como mierda entro, pero lo hizo.

— Vaya, esto es demasiado peligroso. Creo que lo mejor es que Jay y Hanako vayan a vivir aparte — dijo la abuela de Jay.

— Yo también creo que es lo mejor, además, ustedes también necesitan privacidad. — hablo el padre de Jay.

— La privacidad es lo que menos importa ahora, Hanako está en peligro. Le prometí a Sana que la cuidaría y eso haré, Sunghoon, búscame una casa para mañana mismo. — dije señalandolo.

El salón tomo un ambiente tenso, salí de la sala y subí hasta la habitación encontrándome con Hanako quien parecía asustada. Me acerqué hasta ella y la abrace algo fuerte.

— Jay... ¿era el verdad?

— Su bonita, siento que tu seguridad este en riesgo. Le pedía a Sunghoon que buscara una casa para nosotros dos, mañana mismo nos iremos.

— Esta bien, no te preocupes por mi. — dijo ella con una sonrisa.

Tome la mejilla de Hanako y le sonreí dulcemente, no siempre iba a estar para ella así que creo que era el momento.

— Hanako, no siempre que estes en peligro voy a estar aquí. Por lo que voy a enseñarte a como defenderte y a usar una pistola.

— ¿Una pistola? No me gustan las armas.

— Ya lo se, pero es por tu propio bien. Solo la usaras si estas en peligro, no necesitas usarla todo el tiempo.

— Esta bien. Si eso es lo que necesito para protegerme, lo haré.

— Bueno, creo que... debemos, dormir.

Antes de que pudiera recostarme Hanako tomo mi brazo, observe su rostro el cual estaba agachado pero sonrojado.

— ¿Que pasa?

— No quiero... dormir aún. Jay, ya sabes... eh...

— Ya entendí.

Me abalancé sobre Hanako besando sus labios, no se había puesto su blusa otra vez así que tenia algo de ventaja. Sus manos terminaron de desabrochar mi camisa, tome sus muslos y envolví sus piernas al rededor mío.

— Jay...

— ¿Que sucede, bonita?

— Te amo.

— Te amo

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𝗢𝗻𝗲 𝓢𝓹𝓪𝓻𝓴 - 𝖩𝖺𝗒 𝖯𝖺𝗋𝗄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora