2: Agrio Grandfather

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Los ocho estaban visiblemente ebrios, con las mejillas rojas y risas flojas llenando la pequeña sala de la iglesia donde se llevaba a cabo el velorio. ¿A quién se le habría ocurrido traer alcohol a un funeral? Obviamente, a Jeongin, quien había sacado de una de sus maletas una botella de whisky con una sonrisa traviesa, como si fuera su más grande contribución al evento. La botella se había vaciado en poco tiempo, y ahora, con los efectos del licor fluyendo a través de ellos, el ambiente era tan irreverente como caótico.

Chan ya estaba completamente fuera de combate, roncando sonoramente sobre dos sillas puestas juntas como una improvisada cama. Changbin, con la precisión de un artista y la creatividad de un niño de cinco años, le estaba pintando penes en la frente con un rotulador negro. Felix, por su parte, no podía contener su risa, su característica risa suave como la patada de un caballo, resonando por toda la sala mientras sacaba fotos con su teléfono, capturando el momento en todo su esplendor.

—Esto va directo al grupo de WhatsApp —murmuró Felix entre risas, mientras Jisung asomaba la cabeza por encima de su hombro para ver las fotos, su risa estridente uniéndose a la de Felix.

Hyunjin, quien estaba apoyado contra Minho, se levantó lentamente. Su cabeza descansaba en el hombro de Minho, suspirando de vez en cuando, hasta que una idea brillante – o quizás la más tonta de todas – se formó en su mente.

—¡Minho! —exclamó, enderezándose de golpe—. ¡Vamos a bailar!

Minho lo miró como si estuviera hablando en otro idioma.

—¿Eh? ¿Bailar aquí? ¿Ahora? —preguntó, alzando una ceja con incredulidad.

—Sí, ¡por GYP! —respondió Hyunjin, con una convicción inusitada—. A él le hubiera encantado, ya sabes… despedirse con un buen baile.

Minho frunció el ceño, pensativo, pero la expresión seria de Hyunjin, o tal vez el whisky haciendo efecto, lo convenció. Finalmente, asintió.

—Está bien… Pero si alguien me graba, me encargaré de destruir su teléfono —amenazó, aunque su sonrisa delataba que, en realidad, estaba emocionado.

Ambos se levantaron, tambaleándose un poco, y se posicionaron en el centro de la sala, frente a la gran foto de GYP rodeada de flores. Hyunjin, con un ademán dramático, llamó la atención de todos.

—¡Por favor, atención! —dijo con tono solemne—. En honor a nuestro querido GYP, vamos a realizar un baile de despedida… ¡Para celebrar su vida!

Seungmin, riendo desde su asiento, se levantó con un aire de "esto va a ser bueno" y buscó en su teléfono una canción adecuada. Tras un par de segundos, los altavoces comenzaron a sonar con la icónica melodía de "Bye Bye Bye" de *NSYNC . Un par de asistentes al velorio miraron escandalizados, murmurando entre ellos, pero la mayoría de los presentes no pudo evitar sonreír o reírse abiertamente.

Hyunjin y Minho empezaron a bailar, cada uno como si estuviera en su propio mundo, o tal vez en un videoclip de los años 90. Hyunjin se movía con gracia exagerada, sacudiendo su pelo y dando vueltas con un entusiasmo desbordante, mientras que Minho intentaba seguirle el ritmo, sus pasos eran más torpes pero no menos determinados. Ambos parecían tan sincronizados como dos borrachos podían estar, y su interpretación fue tan absurda como divertida.

Jisung, quien había estado observando con ojos húmedos, de repente empezó a aplaudir con entusiasmo exagerado.

—¡Es hermoso! —sollozó dramáticamente, limpiándose las lágrimas—. ¡GYP hubiera estado tan orgulloso de sus polluelos!

Jeongin, con una botella de whisky en mano, se unió a los aplausos, animando a sus amigos con un grito ebrio:

—¡Vamos, chicos! ¡Más energía! ¡Que esto parece un funeral!

Niños Grandes (skz ships)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora