Capitulo 16

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La noche se extendió como un manto oscuro sobre la ciudad, y el hospital se convirtió en un pequeño bastión de resistencia en medio del caos. Aunque los disturbios exteriores se habían calmado, la tensión y la inquietud seguían presentes, y el grupo sabía que no podían relajarse.

A medida que avanzaba la noche, Haruto, Alex y Dalton tomaron turnos para vigilar y patrullar el hospital. El estruendo ocasional desde el exterior les recordaba que la amenaza aún estaba muy cerca. La lluvia, ahora más tranquila pero aún inquietante, seguía cayendo, arrastrando la tierra y dejando charcos en las calles desoladas.

Alex se acercó a Haruto, quien estaba en la entrada principal, vigilando las barricadas. "Haruto, ¿crees que esto acabará alguna vez? ¿Qué más puede pasar?"

Haruto la miró, tratando de ofrecer una sonrisa reconfortante. "No lo sé. Pero mientras estemos aquí, debemos mantenernos fuertes y unidos. Haremos todo lo posible para protegernos y cuidar de Sofía."

Mientras tanto, en la sala de recuperación, Dalton estaba revisando el estado de Sofía. A pesar de los esfuerzos médicos, Sofía seguía en un estado delicado. La máquina de monitoreo pitaba suavemente, y el ritmo de su respiración era irregular pero estable.

Dalton se acercó a la cama de Sofía y se inclinó para murmurarle. "Sofía, tienes que aferrarte. Estamos luchando para mantenernos a salvo, y necesitamos que te recuperes. Tu fuerza es lo que nos mantiene en marcha."

De repente, un sonido fuerte y metálico resonó en el pasillo, interrumpiendo el silencio tenso del hospital. Dalton se puso alerta y salió rápidamente de la sala de recuperación, con Haruto y Alex siguiéndolo. El sonido provenía de la planta baja, donde las barricadas parecían haberse movido.

Cuando llegaron al área afectada, vieron que la puerta principal estaba parcialmente abierta. Una figura se estaba moviendo en la penumbra, y el grupo se acercó con cautela, manteniéndose en silencio para no alertar al intruso.

Haruto susurró: "¿Quién está ahí? ¡Muéstrate!"

La figura se volvió lentamente, revelando a un hombre en ropa desgastada y con un rostro sucio. Sus ojos estaban desorbitados, y su expresión era una mezcla de desesperación y locura.

"¡No pueden dejarme afuera! ¡No puedo quedar aquí! ¡Ayúdame, por favor!" suplicó el hombre, su voz temblando de miedo.

Dalton, con una mezcla de cautela y compasión, se acercó al hombre. "¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?"

"Me llamo Liam," dijo el hombre, con dificultad. "Mi familia... están en el caos afuera. Necesito ayuda. Me perdí y... no sé qué hacer."

Haruto y Alex intercambiaron miradas. Aunque el hombre parecía estar en una situación desesperada, no podían arriesgarse a dejar entrar a alguien sin conocer sus intenciones.

Dalton tomó la decisión. "Está bien, Liam. Pero debes seguir nuestras reglas. No podemos permitir que esto ponga en riesgo a los demás. Ven con nosotros, pero sigue nuestras instrucciones."

Liam asintió, con una mezcla de alivio y gratitud. "Gracias. Lo entiendo. Solo... por favor, necesito ayuda."

El grupo llevó a Liam a una de las salas seguras y le ofreció algo de comida y agua. Mientras él se recuperaba, Haruto, Alex y Dalton continuaron vigilando y reforzando las medidas de seguridad.

Mientras tanto, en la sala de recuperación, la situación de Sofía estaba tomando un giro inesperado. El monitor comenzó a emitir un pitido constante, y los médicos se apresuraron a intervenir. La condición de Sofía estaba cambiando rápidamente, y el grupo en el área de espera se llenó de ansiedad.

Dalton, al recibir la noticia, se dirigió de inmediato a la sala de recuperación. "¡¿Qué está pasando?! ¿Cómo está Sofía?"

Uno de los médicos se volvió hacia Dalton, su rostro serio. "Hemos detectado una complicación. Parece que hay una infección que se está propagando rápidamente. Estamos haciendo todo lo posible, pero necesitamos que te prepares para cualquier cosa."

La preocupación se apoderó de Dalton, y el grupo comenzó a prepararse para lo peor. Mientras el personal médico trabajaba frenéticamente, Haruto, Alex y Dalton se reunieron en la sala de espera, tratando de consolarse mutuamente.

De repente, el sonido de un fuerte estruendo proveniente del pasillo hizo que todos se pusieran alertas. La situación estaba claramente fuera de control, y la tensión en el hospital alcanzó un nuevo nivel.

Haruto, Alex y Dalton, sabiendo que debían enfrentar cualquier amenaza que viniera, se prepararon para enfrentar lo desconocido. La situación en el hospital era crítica, y su capacidad para mantener la calma y la seguridad sería puesta a prueba una vez más.

Mientras tanto, el destino de Sofía, el futuro del grupo y el caos en la ciudad seguían entrelazándose, creando un cuadro oscuro y lleno de incertidumbre. La lucha por la supervivencia continuaba, y el grupo sabía que cada decisión podría ser la clave para cambiar el rumbo de sus vidas.

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