La ultima Esperanza

Capitulo 20

El regreso al hospital fue una mezcla de alivio y tensión. El grupo había logrado traer recursos y apoyo del centro de convenciones, pero la situación en la ciudad seguía siendo incierta. A medida que se acercaban al hospital, notaron que la atmósfera se volvía cada vez más inquietante; el cielo seguía cubierto por un manto rojo y el suelo parecía moverse de vez en cuando, como si estuviera vivo.

En el hospital

Al llegar, encontraron el hospital en un estado algo mejorado, gracias a los esfuerzos de los sobrevivientes que habían permanecido allí. Sin embargo, el ambiente seguía tenso y el miedo era palpable.

Dalton y Alex fueron los primeros en entrar al área de recuperación para ver a Sofía. La joven aún estaba inconsciente, pero había signos de mejora. Clara estaba trabajando arduamente en la herida de Sofía, tratando de mantenerla estable.

— ¿Cómo está? — preguntó Haruto, su voz cargada de preocupación.

— Está mejorando, pero su condición sigue siendo crítica — respondió Clara, mirando a Haruto con un semblante serio. — Necesitamos mantenerla bajo observación constante. No podemos bajar la guardia.

Preparativos y planificación

Haruto, Dalton, Alex y el resto del grupo se reunieron para discutir los próximos pasos. Con la nueva información y recursos adquiridos, sabían que debían prepararse para enfrentar lo que viniera.

— Necesitamos establecer un plan de contingencia — dijo Dalton, quien había asumido un rol de liderazgo durante el caos. — El mensaje de emergencia y la situación actual sugieren que la ciudad podría enfrentarse a eventos aún más devastadores.

— Estoy de acuerdo — añadió Alex. — Debemos preparar el hospital para cualquier eventualidad y buscar maneras de contactar con otras áreas que puedan estar afectadas.

— Además, debemos asegurar que el centro de convenciones pueda recibir más sobrevivientes si es necesario — dijo Haruto. — Quizás podamos establecer un sistema de comunicación o una señal de socorro para quienes aún estén en peligro.

Durante la noche

La noche cayó y el ambiente en el hospital se volvió aún más sombrío. Los cielos rojos continuaron iluminando el paisaje, y el suelo seguía temblando de vez en cuando. El grupo trabajó sin descanso para asegurar el hospital y preparar las provisiones.

De repente, una alarma en el sistema de seguridad del hospital comenzó a sonar. Todos se pusieron en alerta máxima.

— ¿Qué está pasando? — preguntó Alex, su voz temblando de nervios.

— Revisaré — dijo Dalton, dirigiéndose rápidamente hacia el panel de control.

Haruto y el resto del grupo siguieron a Dalton, mientras los sonidos de la alarma resonaban en los pasillos. En el monitor, aparecía una imagen borrosa de movimiento cerca de la entrada del hospital.

— Parece que alguien está intentando entrar — dijo Dalton, mirando la pantalla con preocupación.

Preparativos de emergencia

— Necesitamos estar listos para cualquier cosa — ordenó Haruto. — Alex, prepara un grupo de vigilancia. Dalton, tú y yo revisaremos la entrada.

El grupo se dividió rápidamente, con algunos preparando barricadas y otros en posiciones estratégicas para enfrentar una posible intrusión. El sonido de pasos y ruidos extraños se hacía cada vez más cercano.

En la entrada del hospital

Haruto y Dalton se acercaron con cautela a la entrada principal. La puerta estaba reforzada, pero los ruidos fuera eran cada vez más intensos.

— ¿Listo? — preguntó Dalton.

— Listo — respondió Haruto, su voz firme.

Cuando Dalton abrió lentamente la puerta, una figura familiar apareció en el umbral: era una mujer con una expresión desesperada. Llevaba ropa rasgada y tenía marcas de suciedad en su rostro.

— ¡Por favor, ayúdenme! — gritó la mujer, su voz llena de pánico.

Reconocimiento y ayuda

Haruto y Dalton la hicieron pasar rápidamente al interior. La mujer, temblando, comenzó a contar su historia entre sollozos. Era una sobreviviente que había estado vagando por la ciudad y había sido testigo de la creciente devastación.

— Hay algo peor allá fuera — dijo la mujer. — He visto criaturas... no son humanas, pero parecen ser algo que se ha transformado. La ciudad está siendo invadida por estos seres. No sé cuánto tiempo más podremos aguantar.

El grupo quedó atónito por la noticia.

— ¿Qué criaturas? — preguntó Alex, su rostro pálido.

— No estoy segura, pero parecen ser deformaciones de seres humanos — respondió la mujer. — No son muchos, pero están causando un gran caos.

Decisión crítica

Con la nueva información, el grupo sabía que la situación era aún más grave de lo que habían pensado.

— Debemos prepararnos para lo peor — dijo Dalton. — Si estas criaturas están atacando, necesitamos reforzar nuestras defensas y estar listos para proteger a todos aquí.

— También necesitamos enviar exploradores para obtener más información sobre la amenaza y posibles rutas de escape — añadió Haruto. — El centro de convenciones puede ser nuestra última opción si la situación en el hospital se vuelve insostenible.

El grupo pasó la noche en vigilia, fortaleciendo las defensas y preparando estrategias para enfrentar la nueva amenaza. Aunque la incertidumbre seguía presente, la determinación de los sobrevivientes para enfrentar lo desconocido se mantuvo firme.

Al amanecer

El amanecer trajo consigo una nueva esperanza, pero también una mayor urgencia. Con las defensas reforzadas y un plan de contingencia en marcha, el grupo estaba preparado para enfrentar la amenaza que se avecinaba.

Sofía seguía en estado crítico, pero la esperanza de su recuperación se mantenía viva. La resiliencia del grupo y su capacidad para adaptarse a las circunstancias extremas serían puestos a prueba en los días venideros. La supervivencia en un mundo caótico requeriría no solo coraje y habilidad, sino también la fortaleza para enfrentarse a lo inesperado.