🎇Cinq🎇

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Me tomó como un año, pero adivinen quién cambió el señalador al fin 😎

A pasos seguros marchaban los soldados improvisados del mundo gris, un mundo tan improvisado como ellos mismos, que se creaba bajo sus pasos en un ambiente indecoroso lleno de muerte y vida a la vez, de yuyos creciendo bajo cada cadaver y esperanz...

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A pasos seguros marchaban los soldados improvisados del mundo gris, un mundo tan improvisado como ellos mismos, que se creaba bajo sus pasos en un ambiente indecoroso lleno de muerte y vida a la vez, de yuyos creciendo bajo cada cadaver y esperanzas naciendo en el centro de cada derrota.
Y luego estaban ellos, los soldados, que vagaban sin plan alguno pero con la determinación de quien se encamina a la batalla final, con las armas afiladas y los corazones preparados.

Ahí estaba Chile... aún no muy seguro de cómo había acabado entre ese grupo pintoresco (por no decir raro) de grises.
Hayk guiaba a la cabeza del grupo con el rostro serio, con una sola mano sosteniendo sobre el hombro un cofre que el grupo parecía cargar por todos lados, por alguna razón... con el pecho hacia afuera orgullosamente, los ojos clavados al frente sin inmutarse ante nada... Chile tenía una linda vista, no lo podía negar.
Por el otro lado, atras de todos iba Malena, sigilosa como una sombra mientras miraba a todos lados, cuidándoles la espalda... aunque de vez en cuando le tiraba a Chile una mirada sospechosa y el país no podía negar que temblaba... y no por los terremotos.

Ojalá esa fuera la única mala mirada que tenía que aguantar, pero a tan solo unos pasos también estaba Aoife, que jugaba no-muy-disimuladamente con su cuchilla, pasándola de una mano a la otra y dándole vueltas mientras lo miraba con una sonrisa, de esas que te dejan bien en claro que te van a matar mientras duermes.
Luis tan solo lo ignoraba, aunque irradiaba un mal humor capaz de ahogarlos a todos en cualquier momento... es más, si no tuviera alas en la espalda, Chile diría que no era un gris de aire, sino alguna especie rara de gris venenoso porque sentía que iba a morir solo por caminar cerca suyo.

Al menos Jaime parecía quererlo... el adolecente caminaba a su lado dándo saltitos mientras tonteaba con los copitos de nieve que se creaban a su alrededor. Cuando él sonreía lo hacía en serio, no como amenaza, y eso era un respiro de aire fresco para Chile.

Al que sí no veía era a-

- AY ¡¿Qué chucha?! - Gritó al sentir que alguien lo agarraba de la espalda, peor fue cuando le levantaron la remera como si nada, obligándolo a dejar de caminar

- Quieto, por favor - Le dijo Cian con una muy firme dulzura, examinándole la espalda - Me tengo que asegurar que las piedras de Hayk no hayan traspasado la piel -

Fue solo entonces que miró hacia atras para encontrar al mismísimo Cian agarrándolo, y pronto tuvo que volver la mirada al escuchar frente a él un gruñido resoplado... Luis parecía querer asesinarlo en ese mismo momento, sus alas extendiéndose ligeramente, Chile podía ver en sus ojos las mil y un maneras en las que quería quemarlo vivo.

- E-Estoy bien, weon, en serio - Estaba diciendo él, hasta que se cortó a sí mismo con un grito doloroso al segundo en el que Cian tocó su cuello

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