Dos corazones heridos por decisiones tomadas en el pasado. Al final, todo valdrá la pena? O solo será la historia fallida de un futbolista, y una fisioterapeuta
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Entendia el riesgo que podria conllevar nuestra relación, y si por mi fuera estaria besuqueandome a Victoria en estos momentos, pero se la importancia que ella le pone a su trabajo, nunca haria algo que pudiese atentar contra ello.
Salimos del ascensor y cada uno agarro por su lado, yo me acerque y salude a Lucho que ya estaba sentado desayunando, alce mi mirada y vi como se le acercaba a James, el simplemente le dió una mirada seria y le dijo unas palabras que no logre escuchar, James se levanto y salieron del restaurante. Estaría mintiendo si dijera que no me asustó la mirada de James, y es que ome, yo lo ultimo que quiero es darle problemas a Victoria.
Estaba en silencio mientras me debatia sobre salir y ver que podria estar pasando o simplemente quedarme acá sentando como una gueva. Al final decidí por salir, pero cuando me levante e iba camino hacia donde estaban ellos sentí una mano en mi hombro que me freno, me gire a ver quien era y me encontre con la cara de Muñoz y de Lucho
- Dejalos hablar ome - Dijo Muñoz
Lucho me miro asintiendo - Es mejor que los deje tranquilos, ya todos los muchacho sabemos lo que hay entre Victoria y usted, y es muy obvio que James tambien, el problema no es que ustedes dos esten juntos, el problema es que esten por ahi dando lora como si nada sabiendo que si alguien del equipo tecnico los llega a ver se les jode todo, y usted sabe papi que quien mas se joderia ahí seria ella - Me miro y solto un suspiro - Vamos a desayunar y esperemos a ver que pasa, usted sabe el lo unico que esta buscando es lo mejor para los dos - Dijo para empezar a caminara hacia una mesa alejada de todos.
- Cómo así que ya todos saben - Dije para empezar a correr detras de ellos, escuchando como Muñoz soltaba una carcajada
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Cuando salimos del ascensor inmediatamente busque con mi mirada a James hasta que lo vi solo sentado en una mesa comiendo papaya, como me estaba dando la espalda le toque el hombro, el se volteo y me sonrió pero de una puso su cara de serio.
