SECRET TIES || VOLTURI

CHAPTER 13 | high

TERCER PUNTO DE VISTA

Ya era de noche y los reyes habían regresado a las habitaciones del hotel donde habían estado durante su estancia. Después de esa conversación con Althea, decidieron darle algo de espacio a petición suya. Althea se quedó en ese acantilado mucho tiempo después. Tenía mucho en qué pensar, la situación era una mierda en todos lados y no sabía cómo proceder.

El sol estaba a punto de ponerse y ya era casi de noche. Miró por última vez el acantilado, suspiró y se apresuró a volver a casa. No estaba de humor para hablar. Ya no estaba segura de cómo se sentía. Y lo único que quería era algo de tiempo, aunque fuera una noche, para pensar.

Si iba a aceptar a sus compañeros, las cosas tenían que cambiar. Los aceptaría tal como eran, por supuesto. Pero había cosas en este mundo que estaban completamente mal y que ella no podía aceptar. Tenían que corregir sus errores si querían estar con ella. Masacrar a aquelarres y vampiros inocentes no estaba bien, matar y asesinar por poder tampoco.

Se quedó parada en la entrada, mirando la casa mientras respiraba profundamente tratando de calmar su corazón acelerado. Ahora tenía mucha hambre. No se había alimentado en casi dos semanas, las emociones furiosas que había sentido hace apenas unas horas la estaban llevando un poco al límite. Sacudiendo la cabeza, entró en la casa; los Cullen, como siempre, estaban dentro de la sala de estar. Pero los ignoró y optó por ir a la cocina.

Se preparó dos bocadillos, al menos podían ayudarla un poquito para poder esperar hasta mañana. Ya estaba oscuro y no tenía ganas de hacer un viaje para ir a cazar.

Mientras estaba sentada en la isla de la cocina comiendo su sándwich, escuchó pasos que entraban a la cocina.

"¿Dónde has estado?", preguntó Bella suavemente. No quería asustar a su hermana y hacer que volviera a escapar.

Althea se quedó mirando su sándwich mientras se encogía de hombros. "Vete", fue todo lo que pudo decir. "Lo sé. ¿Estás bien?", suspiró Bella mientras se paraba frente a ella, apoyándose en el mostrador mientras la miraba fijamente.

Una vez más, se encogió de hombros y dijo: "Estoy bien". Bella podía ver que no quería hablar, pero estaba desesperada. Todo esto era nuevo para ella. Una noticia impactante.

—Althea. ¡¿Podrías hablar conmigo, por favor?! ¡Has guardado esto por años! ¡Mentiéndome en la cara! Entiendo por qué lo hiciste, ¿de acuerdo? Lo entiendo. Pero, ¡uf! Puedes hablar conmigo ahora. Por favor —Bella estaba frustrada mientras se agarraba el cabello. Al ver que Althea no hablaba, continuó—: ¡Me mentiste! Y lo seguirías haciendo si yo tampoco fuera un vampiro. ¡¿Cómo pudiste?! Althea puso los ojos en blanco ante eso, la audacia.

"No sé qué decir, Bella. Dije todo lo que tenía que decir. Soy un vampiro, siempre lo he sido. Las cosas no han cambiado por eso. Nací con eso, no es algo que pueda cambiar. ¡En todo caso, tú! Deberías ser la que hable. Pidiendo que te cambien como si fuera un paseo por el parque. Quiero decir, ¡vamos! ¡Estabas dispuesta a morir por un hombre!", se encogió Althea.

Ella bajó de la isla mientras lo decía. Ella simplemente siseó las palabras, no estaba tan molesta antes porque Bella fuera un vampiro, pero ahora estaba furiosa. No podía cambiar el hecho de que estaba en ese punto. Pero la pura audacia que tenía para intentar hacer que pareciera que era una mala persona

Fue excepcional.

Bella suspiró frustrada, no sabía qué decir ahora. No esperaba que eso le volviera en contra. "¡Es mi compañero, Althea! ¿Qué esperabas? Haría cualquier cosa por él. Elegir estar con él para siempre fue mi elección".

Althea tiró su segundo sándwich a la basura, sin siquiera desearlo. "Sabes qué, Bella. ¡Ni siquiera eres su compañera! No estoy tratando de meterme en tus asuntos porque, francamente, no me afecta. Pero tú y yo sabemos que, como mínimo, eras su cantante de sangre. Todos los vampiros tienen uno, pero una compañera. Eso es diferente. El tipo de amor que tú y Edward sienten... ¿Sabes qué? ¡Lo que sea, está bien! Déjame en paz. Necesito tiempo para pensar y no me estás ayudando. ¡Así que tómate tu juicio y métetelo en el culo!"