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✧𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐆𝐑𝐄𝐒𝐎 𝐃𝐄 𝐊𝐀𝐈𝐑𝐈 𝐊𝐎𝐙𝐔𝐊𝐈✧ capítulo 1
────────── 𝐣𝐮𝐧𝐢𝐨 𝟐𝟎𝟏𝟖 ──────────
✧Kairi
Los aviones no me gustan. Nunca me gustaron, pero después de tanto tiempo volando de un país a otro, debería estar acostumbrada, pero no lo estoy. El tren bala, por otro lado, siempre ha sido más de mi estilo. Me gusta ver el paisaje deslizándose a mi lado, sentir el movimiento constante que me recuerda que no estoy atrapada en un solo lugar. Me recuerda que soy libre. O al menos, eso creí durante una época.
«Volver a Japón, al Jujutsu High... no es lo que esperaba hacer a los 28 años», pienso, mientras el tren desacelera en su llegada a Tokyo.
Ocho años fuera, y de repente, Yaga me pide que vuele a Tokyo con urgencia para tener una reunión importante. Quise decirle que no, pero le tengo cariño a mi viejo profesor y la verdad... Una parte de mí sintió curiosidad, no puedo negarlo. Puede que siga siendo la misma idiota de siempre.
Al salir de la estación, respiro profundamente el aire de la ciudad. El olor, el ruido, las luces... Parece que Tokyo no ha cambiado y, sin embargo, yo sí cambié. Sé que Shoko sigue igual y que Nanami volvió a la hechicería después de trabajar como oficinista.
Un coche me está esperando para llevarme al Jujutsu High. Resoplo con fuerza. Mientras me dirijo hacia Jujutsu High, mi teléfono vibra. Es un mensaje de Shoko.
Shoko: "¿Estás en Tokio ya?"
Kairi: "Sí. Llego en 20 minutos."
Shoko: "¡DIOS! Estoy emocionada."
Sonrío. Al menos algunas cosas siguen igual.
Me bajo del coche frente a las puertas del Jujutsu High. Realmente el tiempo parece que se detuvo en este sitio. Todas las emociones empiezan a recorrer mi cuerpo. Es acojonante como un único lugar puede hacer que reaccione de esa manera. El edificio principal es imponente y una parte de mí se pregunta que cojones hago aquí.
─Kairi Kozuki, ─me murmuro a mí misma─. Luchaste contra maldiciones por todo el jodido mundo, no puedes estar nerviosa por volver aquí.
Con paso firme, cruzo la escuela hasta llegar a la oficina de Yaga. Toco la puerta cuando llego, y tras escuchar su autoritaria voz, entro. La habitación me recibe y todos los recuerdos y las broncas del profesor pasan por mi mente. Fue una buena época, claro que lo fue. Éramos libres, temerarios y nos encantaba joder a Yaga cuanto pudiéramos, pero...
