—¿Qué demonios...?
Abrí un ojo perezosa y miré a Amelia tumbada junto a mí. Me costó unos momentos de gran confusión y mejillas sonrojadas hasta que pude recordar el día anterior. Llevé una mano a mi pecho y dejé que se calmase de la ¿Vergüenza?
Minutos después escuché un leve gemido desde la cama y me reí al darme la vuelta para mirarla desde la cocina.
—No sabía que eras una dormilona, Amelia.
—Ni sibía qui iris ini dirmilini—murmuró.
Rodé los ojos con una sonrisa y apagué el fuego.
—No puedes tener resaca, te ayudé con eso.
—¿A qué huele?
—Wow, me siento tremendamente ignorada ahora mismo.
—Perdona—Se frotó los ojos antes de estirarse.
Ladeé la cabeza.
—Pareces un gato.
—¿Gracias?
Nos quedamos mirando unos segundos en completo silencio y comenzamos a reírnos.
—Enserio ¿A qué huele? Nunca había olvido algo así.
Parpadeé claramente dolida.
—¿Nunca has comido gofres?
Se encogió un poco en su cama y rodeó sus rodillas con los brazos.
—Digamos que mi familia lleva una dieta estricta.
—No se ni cómo responder a eso. Pero deberías probar cosas nuevas
—Quizá. No es a lo que estoy acostumbrada.
Di una media sonrisa cerrando un ojo y serví los gofres en nuestros platos.
—Hay que cambiar eso, ser saludable no debería incluir demonizar ninguna comida. Solo hay que saber cómo y cuánto comer.
Le guiñé un ojo y retiré una silla de su mesa. Amelia apartó la mirada en lo que pareció ser una lucha interna y trató de suprimir una sonrisa al sentarse.
—No sabía que podías ser tan sabía, Noceda.
—Hay muchas cosas que no sabes de mí.
—Igual que tu.
—Nos conocemos hace unos días, no esperes gran cosa—bromeé.
—Sí—dijo—Bueno, podemos conocernos más.
—Claro.
Amelia se llevó un pedazo de gofre a la boca y literalmente pude ver cómo un brillo se asentaba en sus ojos.
—Está rico eh.
Amelia me miró con los ojos muy abiertos como si hubiese dicho una obviedad. Parecía estar a punto de hablar, pero prefirió meterse otro trozo en los labios.
No pude evitar reír de su reacción a la vez que sentir algo de pena por esta chica ¿Qué otras cosas se habrá visto obligada a perderse?
Comimos tranquilas mientras me aseguraba de que el alcohol del día anterior no la siguiese afectando. Después, limpiamos la cocina y nos sentamos en el sofá.
—¿Por qué lo hiciste?
Fruncí el ceño confundida.
—¿El qué?
—Cocinar. No tenías por qué.
—Amelia, si hubieses llegado a seguir borracha o con resaca salimos ardiendo.
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☔Bajo el paraguas☔ (Lumelia) (Toh) (Español)
FanfictionUn fanfic Lumelia tierno y corto (espero). Ven a acompañarlas bajo la lluvia veraniega❤❤. Edit:Al final va a ser un fanfic más porque tiene demasiado potencial. Maldita sea mi creatividad a veces ;-;❤