Franco Mastantuono es la joya del momento, todos los ojos están puestos en él, debido a su corta edad y su gran talento con la pelota de fútbol.
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Olivia Martinez solo es una estudiante común, a la que le encantan las manualidades y los libros, suma...
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"So this is me swallowing my pride Standing in front of you, saying I'm sorry for that night" . . .
Día Lunes, de nuevo, Dios bendito que tragedia.
Estaba llegando al colegio, Lolo me había traído. Pedí encarecidamente al cuarteto de padres que Franco de ahora en más no me buscara, actuaría lo que sea pero no quiero pasar tiempo a solas con él.
Así que acá estoy, caminando hasta la entrada del colegio. Me encontré con Viki, a quien saludé con 2 besos, y caminamos hasta nuestro aula, donde vimos a los otros dos participantes de nuestra secta- amistad.
- Por qué parece que no estás irritada por nuestro querido amigo?- hablo Tomi después de nos ubicamos en nuestros lugares.- No me digas! Pediste que no te fuera a buscar más.
Ellos ya sabían todo lo ocurrido, se los conté en unos extensos audios, parecidos a un podcast que les mande el finde. Yo lo miré y asentí.
- No pienso estar a solas con él de ahora en más, cumplire con el contrato en público, pero no pienso pasar tiempo con él a solas.
- Tenés toda la razón y el derecho oli.- sonrió Viki- Yo hubiese hecho lo mismo.
Las clases pasaron. El embole más grande mi vida, 2 horas y media con la vieja de Anatomía. Esa no sé entiende ni ella cuando habla, Dios mío.
Estaba saliendo del colegio ahora, me iba a ir a mi casa en colectivo, porque a esta hora nadie me podía venir a buscar.
Al salir del edificio escolar, ví a Franco afirmado en su auto. Al verme se incorporo y se quiso acercar a mi. - ¡Olivia! Esperá... quiero hablar con vos- lo escuché hablarme.
No tenía ganas de hablar con él, así que lo mire de reojo y, luego mire al frente como si no lo hubiese visto ni escuchado y camine hasta la parada de la esquina, cuando sentí pasos apresurados detrás mío.
- ¿Podés parar un segundo? ¡Estoy hablando en serio!- camino más rápido para alcanzarme.
- No tengo nada que decirte, Franco.- hablé en voz baja.
- Yo sí. Ya sé que me mandé una cagada, varias de hecho... pero quiero disculparme. No podés seguir evitándome toda la vida.- se escuchaba frustrado, pero no me importo
Me detuve un momento, sin girarme para verlo. - Franco, no te estoy evitando. Simplemente no quiero seguir teniendo las mismas conversaciones inútiles.
