Franco Mastantuono es la joya del momento, todos los ojos están puestos en él, debido a su corta edad y su gran talento con la pelota de fútbol.
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Olivia Martinez solo es una estudiante común, a la que le encantan las manualidades y los libros, suma...
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I used to know my place was the spot next to you Now I'm searching the room for an empty seat 'Cause lately I don't even know what page you're on . . .
Amo a Giamila. Estaba viendo tarde de tertulia en mi computadora, que no lo había podido ver en la tarde porque me olvidé. Me acomode mejor en mi puf, y mire la hora. Ya era de noche, es más estaba esperando que mamá nos llamara para comer.
Me quedé pensando en lo de Franco hoy, al final no me dijo lo que quería decirme porque Lula lo llamo que lo necesitaba urgente en casa. Así que me dejó y se fue.
Supuse con más razón que era una pavada lo que quería decirme, así que no le di más vueltas. Pero tenía el presentimiento de que era algo de su trabajo.
Justo estaba terminando de ver el programa cuando Mía apareció por la puerta de mi pieza.
- Olivita, Franchi te está esperando en la puerta, dentro de su auto.- sonrió con picardía.
- Y por qué no entra?- dije confundida.
- Viene de pasada porque recién sale del entrenamiento.- siguió mirandome con la misma expresión.
- Decile que ya voy.- la ví salir, y me puse las pantuflas y una campera. Ya estaba en pijama, y aunque estábamos aún a comienzos de marzo, ya se sentía las brisas frescas preotoñales.
Cuando salí ví a Franco, quien estaba en su auto, estacionado frente a mi casa. Visiblemente molesta, me acerque al auto, aferrandome a la campera fina que me había puesto.
Abri la puerta del auto y resople.- ¿Qué querés ahora, Franco? Es tarde y no estoy de humor para tus pavadas.
Suspira, frustrado y meira serio.- Subí al auto, tengo que hablar con vos.
- ¿No podías mandarme un mensaje? No hace falta que vengas hasta acá.
- Es algo que prefiero decirte en persona. Subí, por favor. Porque cuando te enteres después, te vas a quejar de que no te lo dije.
Dude por un momento, pero finalmente subí al auto, cerrando la puerta de un golpe. Me alivie porque dentro del auto el clima estaba templado.
- Hay un partido importante el miércoles. Es una final, y... bueno, sabés que tenés que venir.- me miró y después hizo una mueca.- Igual seguro te tenés que acordar, que es la final de la Supercopa. Sos igual de hincha que yo, hasta donde recuerdo.
Lo mire perpleja unos segundos y después me golpee la frente con una mano.- Que pelotuda! Me había olvidado.- me muerdo el labio con frustración.- Pero yo no tengo porque estar ahí, apenas y si han salido rumores de nosotros hoy.
