Capítulo

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Ya era sábado, y Elena se estaba alistando para ir a su cita con Eduardo, la verdad, no se había arreglado suficiente, pues solo era Eduardo, y no quería que pensara cosas que no eran, cuando ya estuvo lista le dijo a su madre, y esta la envió junto con Anita.

Ya de camino Elena comenzó a arrepentirse de haber aceptado esta cita, pues sin entender por qué sentía que estaba traicionando a Milován al asistir a este encuentro, pero, no dejaba de ir, sentía que había algo que la impulsaba a ir a esa cita.

Estaban llegando ya a la plaza mayor y Elena no sabía si devolverse o no.

Ya cuando llegaron al costado de la fuente se sentaron en una banquita frente a esta a esperar. De pronto Anita vio a Pedro1, y se lo señalo a Elena.

Anita fue corriendo donde Pedro estaba, y le dio un afectuoso saludo, Pedro al darse vuelta se sorprendió al ver a Anita en la plaza mayor, pues, no contaba con encontrarla antes de llegar a la casa, Pedro en ese instante se encontraba escogiendo un regalo para Anita, algo para dárselo el día de la boda, ya que, aun cuando Anita no lo sabía, ya estaba fijada la fecha de la boda, la cual sería dentro de tres semanas.

Pedro no sabía cómo hacer para despistar a Anita, pues, llevaba el regalo en sus bolsillos, pero no quería que Anita siquiera sospechara, fue entonces que la interrogo.

- ¿Cómo está el día de hoy Anita?

-Muy bien Pedro, es una verdadera sorpresa el verlo aquí.

-He venido por un encargo de Don Alejandro, me ha enviado por un obsequio para las señoritas Alicia y Alondra que pronto cumplirán años.

-Es cierto, no puede ser, habrá que hacer el encargo para los pasteles... pero cómo es posible que lo haya olvidado...

Fue entonces que Pedro aprovecho de terminar de despistar preguntando a Anita que era lo que estaba haciendo en la plaza, y Anita que últimamente ha estado con la cabeza en cualquier parte, menos en lo que estaba haciendo.

Se giró rápidamente en dirección a donde se suponía estaba la señorita Elena, y lo único que vió fue a dos hombres peleando y a la Señorita Elena caminando tan enojada cómo un huracán.

Anita, que miraba desconcertada la imagen, lo único que atinó a hacer fue salir corriendo tras la señorita Elena, la cual, al ver que Anita llegó a su lado la tomó del brazo y la llevaba en voladas al carruaje devuelta a casa.

De camino a casa Anita solo podía mirar a Elena. Quien mientras miraba por la ventanilla del carruaje, lo único que podía hacer era refunfuñar, Elena estaba tan sulfurada que si alguien incluso la mirara mal estallaría.

Al llegar a casa Elena se encerró en su cuarto por varias horas, todos en casa estaban comenzando a preocuparse, pues no era normal que estuviera enojada, más bien, Elena era quien más sonriente era de la familia, excluyendo a las gemelas claro está.

Sofía envió a que una doncella le ayudara a preparase para la fiesta de los Sánchez, pues Anita las acompañaría a la fiesta como carabina de Elena.

Ya listos todos comenzaron a reunirse en el salón para distribuirse en los carruajes, pues al ser una familia numerosa y de recursos podían permitirse esos lujos.

Sofía y Alejandro iban en un carruaje con las gemelas;

Emma, Anita, Elena y Arturo, hermano de Elena, iban el otro carruaje.

Arturo iba parloteando que conquistaría el corazón de Sandra la hija de los Sánchez, mientras que Emma y Anita miraban preocupadas a Elena que aún no decía palabra alguna.

Estaban casi llegando a la mansión de los Sánchez cuando Elena decidió hablar, lo que dijo sorprendió a todos, sobre todo al implicado.

-!Arturo¡ ¡Te quieres callar!, ¡me estas alterando!

Todos quedaron callados en el carruaje, y preguntándose qué es lo que había pasado para que Elena actuara de ese modo.

Y.... ¿QUÉHABRA PASADO?

ELENA ESTABA MUY ENOJADA...

SE QUE ESTUBE DESAPARECIDA PERO Y AUNQUE LA EXCUSA AGRABA LA FALTA NO PODIA ESCRIBIR PUESTO QUE HAN FALLECIDO DOS TIOS MIOS EN EL PLAZO DE UN MES, NO TENIA INSPIRACION PARA ESCRIBIR... PERO HE REGRESADO... GRACIAS POR LOS VOTOS... BESOS

BYE...

CASADOS POR CONVENIENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora