Capitulo 5 MIRADAS

10.7K 534 2
                                    

Estaban terminando de cenar cuando Eduardo comenzó su juego.

-Elena, es usted una joven muy guapa-. Todos en la mesas quedaron callados, Elena se ruborizó por el cumplido y Milován sin darse cuenta se tensó al oír esas palabras.

-Gracias milord-

Los padres de Milován al oír lo que su sobrino expresó, se congelaron, pero como si se hubieran puesto de acuerdo ambos elogiaron a Elena. Cuando llegó la doncella a retirar los platos de la mesa Sofía los invito a pasar a la salita para tomar el té, mientras que los hombres fueron a otro extremo a beber una copa de coñac.

-Elena, querida y dime ¿Cuántos hijos te gustaría tener?-  Preguntó Isidora madre de Milován.

¿QUÉ? ¿HIJOS? ¿Es una broma?, esta mujer está loca. Pensó Elena.

-Vera Doña Isidora la verdad es que no había pensado en los hijos, no sé si me gustaría casarme con su hijo, tuve la oportunidad de conocerlo antes y no creo que pueda llegar a amarlo algún día.

Tanto Isidora como Sofía miraron a Elena como si estuviese loca, pero Sofía dijo.

-Hija mía, tu matrimonio ya está arreglado, Isidora solo quería saber cuántos nietos le darás, ya que, a ella le gustan muchos los niños pero no pudo tener más que a Milován, ella quiere saber cuántos pequeños andarán correteando por la casa.

Emma se tensó, pues ella solo pudo tener un hijo, ya que, los otros dos no habían alcanzado a nacer, y luego se  entristeció por Elena, puesto a que no tenía oportunidad. Elena por otra parte vió que no podía hacer nada más que aceptar su inminente matrimonio.

-Oh.

Eso fue todo lo que pudo decir. Emma para sacar del apuro a Elena le preguntó a Isidora si ya tenían una fecha estimada de la boda, sonriendo respondió.

-Oh, sí para el 15 de Diciembre.

Elena pensó entonces que solo tenía tres meses para acostumbrarse a la idea de pasar de Señorita a Señora. Tal vez se pueda acostumbrar a ese hombre… a quien engañaba no lo quería ni cerca, pero no tenía oportunidad, y por primera vez pensó que tal vez no fuera mala idea que su esposo tuviera una amante así la dejaría en paz a ella, y podría en cierto modo vivir tranquila.

Luego de un rato sintió un picor en su nuca, se giró hasta donde estaban los caballeros y se percató de que había dos miradas hacia ella una divertida, la cual auguraba futuros dolores de cabeza, y otra penetrante que pasaba de incertidumbre hacia ella a fulminar a su primo, Elena no sabía que pensar de ambos, ya que, uno era a simple vista un casanova rompecorazones, y el otro un acertijo con pies.

Milován trataba de concentrarse en la conversación que tanto su padre como el padre de Elena mantenían sobre la economía del reino, pero cada vez que miraba a su primo lo descubría mirando hacia donde estaba Elena, y algo no le gustaba, no sabía que era, pero le molestaba que su primo viera a Elena de ese modo, Milován pensó que solo era porque al fin de cuentas Elena seria su esposa y no quería compartir con su primo, no a esta mujer. De momentos Milován se reprendía al descubrirse mirando su cabello o su cuello, esa forma en que movía los labios al hablar, le parecía adorable.

Pero en que estaba pensando, si él no quería tener nada que ver con ella, por qué se fijaba en esos detalles.

Cuando se dio cuenta su padre le estaba tocando el hombro.

-¿Qué?

- Milován hijo te decía que si no te apetecía dar una vuelta por el jardín con Elena.

-Mmm… Sí, iré a invitarle.

Elena que se había perdido en sus pensamientos, sintió un picor en la nuca nuevamente, que esta vez ignoro, pero no por mucho tiempo, ya que un carraspeo se hizo presente

-Si me disculpáis mis bellas damas, me gustaría dar un paseo con Elena, ¿hay algún problema con eso Doña Sofía?

A Sofía se le ensancho la sonrisa al pensar que Milován presentara interés en su hija.

-Oh, mmm no hay problema, solo déjame llamar a la doncella para que los acompañe de carabina.

Así fue como luego de unos minutos ambos caminaban en silencio, uno al lado del otro mientras la doncella iba detrás de ellos. El sol ya se había ocultado hace un rato y ambos caminaban a la luz de la luna, cuando de pronto Elena no vio un pequeño bache y tropezó. Milován automáticamente la socorrió para que no callera pero esta vez ambos terminaron en el suelo, la doncella que se había quedado admirando luna y las estrellas no se percató del pequeño incidente hasta que escuchó a la joven alzar la voz para insultar al joven caballero-

-Parece que realmente de pequeña no aprendiste a caminar- dijo Milován a modo de broma

-¿Disculpa? Me estas llamando torpe

Milován no se esperó esta respuesta

-No, solo…- ah, no sabía que decir, quería llevarla por la buena y le responde de esa forma

-Mira niño, aquí los dos caímos, si bien es cierto yo tropecé quien se enredó las piernas fuiste tú.  Elena se giró y comenzó a caminar hacia la casa, Milován la miraba y no sabía qué hacer ni decir, de pronto ella se giró nuevamente y con sorna dijo.

-Oh, caballero muchas gracias por salvar nuevamente a esta damisela, espero no volver a importunar vuestro camino-. Dio media vuelta y emprendió el camino de regreso a su casa, junto con la doncella, quien para si pensaba que la señorita se había vuelto loca.

Ya todos dentro de casa volvieron a la salita, Elena trataba de desviar la mirada hacia otro lugar cada vez que se reencontraba con aquella mirada achocolatada, y le costaba admitir, que no le costaría para nada acostumbrarse a aquella mirada.

Ya pasada las doce de la noche la familia de Milován junto con este se despidieron de los De la Vega y emprendieron su camino de regreso a su hogar.

Sofía la madre de Elena luego de reprenderla por el comportamiento tan infantil que tuvo con Milován le permitió ir a la cama, mientras Elena solo refunfuñaba en contra de lo injusta que era su madre.

Mientras tanto Milován se encontraba casi llegando a su casa Rubén el padre de Milován dijo.

-Hijo llegando a casa necesito que me acompañes al despacho, necesito revisar unos documentos contigo.

-Si padre- respondió Milován.

Ya en casa ambos hombres pasaron al despacho de Rubén, mientras que Isidora y Eduardo iban a sus respectivas habitaciones.

-Hijo, hay algo que no te hemos dicho respecto a tu boda con Elena.




Y AQUÍ ESTAMOS NUEVAMENTE, ESPERO LES HAYA GUSTADO EL CAPITULO. VAYA CON MILOVÁN QUE NO SABE LO QUE LE PASA, Y ¿QUÉ SERÁ LO QUE MILOVÁN NO SABE DE SU MATRIMONIO? NOS LEEMOS PRONTO

Hay un pequeño error el el capitulo anterior... es el 4 no el 5... espero les guste

CASADOS POR CONVENIENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora