El Eco de los Sueños Olvidados

Capitulo 1: El Encuentro

En un rincón olvidado de una aldea en medio de montañas sombrías, Sofía vivía sola en un viejo caserón que alguna vez había sido el hogar de una familia unida. Ahora, a sus dieciséis años, la vida le había dejado cicatrices profundas y una sensación de desolación. Había perdido a sus padres en un trágico accidente cuando era aún una niña, y desde entonces, la vida había sido una lucha constante por encontrar sentido en la soledad.

El caserón, con sus paredes de piedra y techos de madera crujiente, era su refugio y prisión. Cada habitación parecía guardar los ecos de risas y conversaciones que se habían desvanecido con el tiempo, dejándola rodeada de un silencio abrumador. Los días pasaban lentos y pesados, y las noches se llenaban de recuerdos que se aferraban a su corazón como cadenas invisibles.

Una fría tarde de otoño, mientras exploraba el desván en busca de algo que pudiera ofrecerle un respiro, Sofía tropezó con una antigua caja cubierta de polvo. Con esfuerzo, la abrió y encontró un libro desgastado titulado "El Eco de los Sueños Olvidados". Al abrirlo, el aroma a papel envejecido la envolvió, pero para su sorpresa, las páginas estaban en blanco. Frunciendo el ceño, se preguntó qué secretos podría guardar un libro sin palabras.

Regresó al caserón, sintiéndose aún más sola en su desolado hogar. Al llegar, no había nadie para recibirla, solo el eco de su propio pesar. Sofía se abrazó al libro, buscando consuelo en su presencia. Un pequeño suspiro escapó de sus labios mientras sus pensamientos volvían a su familia y a los cálidos recibimientos que solían esperarla al regresar a casa. Recordó los abrazos, las risas compartidas, y cómo su familia solía llenarla de amor. Una lágrima solitaria cayó sobre el libro, simbolizando el dolor de su pérdida.

Tras largas horas de llanto, Sofía finalmente se quedó dormida, el libro aún en sus manos. Mientras ella descansaba, algo extraordinario comenzó a ocurrir. El libro empezó a brillar suavemente, y de sus páginas surgieron mariposas amarillas que danzaban en el aire. Las mariposas, luminosas y etéreas, rodearon a Sofía, llevándola a un mundo desconocido y mágico.

Mientras las mariposas la guiaban, la primera página en blanco del libro comenzó a llenarse de palabras y dibujos que parecían cobrar vida. El eco de los sueños olvidados se estaba escribiendo, y con cada trazo, Sofía se adentraba en un nuevo capítulo de su propia historia.

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