Cattleya recibió un nuevo paquete en su puerta la mañana siguiente. Dentro había un peluche de dos ratones abrazados con un corazón entre ellos.
Sonrió, pensando por un momento que tal vez Eddy se había vuelto detallista con ella, pero algo en su interior le decía que se trataba de su admirador secreto. Tomó el peluche en sus manos, sintiendo una leve incomodidad.
—No creo que debería comentarle sobre esto... —dijo en voz baja mientras guardaba el regalo en un cajón—. Aunque, al final, esto no significa tanto para mí... en comparación a todo lo que él me esta haciendo sentir ultimamente.
Mientras tanto, Eddy se encontraba en su centro de trabajo, ocupado con las tareas cotidianas, cuando uno de sus compañeros se le acercó.
—Hey, Eddy, alguien dejó una entrega para ti en recepción —dijo el compañero, señalando con el pulgar hacia la puerta.
—¿Una entrega? —Eddy se sorprendió, pensando que quizá eran los accesorios que había pedido en línea para sus grabaciones con Cattleya—. Bueno, mejor voy a recogerla.
Caminó hacia la recepción, con la curiosidad creciendo en su interior. Al llegar, un repartidor con una chaqueta oscura le extendió una caja mediana.
—Necesito tu firma aquí —dijo el repartidor, mostrándole un papel.
—¿Sabes qué es esto? —preguntó Eddy mientras tomaba la pluma para firmar.
—No, solo lo traigo. Está a tu nombre —respondió el hombre, sin mirarlo a los ojos.
Eddy sintió una ligera desconfianza, pero firmó de todas formas.
Cuando estaba por tomar la caja, notó algo extraño en los movimientos del repartidor. Todo pareció volverse lento a su alrededor. El repartidor había sacado un cúter del bolsillo de su chaqueta y se abalanzaba sobre él con la cuchilla en alto.
—¡¿Qué demonios?! —gritó Eddy, moviéndose instintivamente hacia atrás. La hoja pasó peligrosamente cerca de su cuello, pero logró esquivarla a tiempo. Sentía un dolor agudo en su mano; la cuchilla le había cortado en la palma al desviar el ataque.
El sujeto, al notar que había fallado su intento de herirlo gravemente, salió corriendo hacia la puerta.
—¡Alto! —gritó Eddy, pero el atacante ya estaba subiendo a una motocicleta. El motor rugió y desapareció en cuestión de segundos.
Uno de los compañeros de trabajo de Eddy llegó de inmediato al escuchar el ruido.
—¡Eddy, estás sangrando! —gritó al ver la mano herida—. ¡Rápido, alguien llame a la policía!
Con ayuda de otros empleados, Eddy fue llevado a la oficina, donde le aplicaron vendas para detener la hemorragia. Su camisa estaba manchada de sangre, dando la impresión que había podido ser algo muy grave. Mientras tanto, llamaron a la policía para reportar lo sucedido.
Sentado en una silla, respirando pesadamente, Eddy solo podía pensar en una cosa: "Esto no es una coincidencia". Las llamadas misteriosas, el ataque, todo apuntaba a que alguien lo quería fuera del camino.
La policía llegó en pocos minutos, tomando las declaraciones de Eddy y de sus compañeros.
Luego, fue trasladado al centro de salud para que le trataran sus heridas. El corte en su mano había sido profundo, pero afortunadamente no era nada grave. Mientras los médicos trabajaban para coser su piel, Eddy no podía evitar reprocharse por haber sido tan descuidado.
—"Debí haber tenido mucho más cuidado. Todo esto ha sido muy extraño... Primero las llamadas, luego lo de mi casa, y ahora esto" —pensó Eddy mientras observaba cómo le cerraban la herida con puntos.— "No debería haber aceptado ese paquete sin haberla llamado antes...".
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El Only de mi vecina Cattleya
FanfictionCattleya, una poderosa guerrera y herrera de un mundo de fantasía, se encuentra atrapada en el mundo real, completamente desorientada y sin ninguna habilidad tecnológica. Desempleada y buscando una forma de subsistir, se enfrenta a la necesidad de a...