Capítulo 4: Conociéndonos

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Llegué a la universidad temprano, con la esperanza de encontrar el libro que necesitaba para mi proyecto antes de que la biblioteca se llenara de estudiantes. La mañana aún estaba fresca, y el sol apenas comenzaba a iluminar los pasillos vacíos del campus.

Al entrar en la biblioteca, el aroma a papel viejo y madera pulida me envolvió, creando una atmósfera de tranquilidad.

Mientras caminaba entre las estanterías, mis pasos resonaban suavemente en el suelo de mármol. Fue entonces cuando noté a Riki, de pie junto a una de las estanterías, hojeando un libro con una expresión concentrada. Su cabello oscuro caía en suaves ondas sobre su frente, y la luz matutina se filtraba a través de las ventanas. Mi corazón dio un pequeño vuelco al verlo, y sentí una mezcla de nerviosismo y emoción.

— ¿Buscas algo en particular? — Escuché una voz masculina detrás de mi, era Riki sin levantar la vista.

Me quedé sorprendida de que me haya notado. Hasta ese momento, Riki y yo apenas habíamos intercambiado algunas palabras en clase. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda mientras me giraba lentamente para mirarlo. Su presencia era imponente, y su voz, aunque suave, tenía un tono que capturaba mi atención por completo.

— Sí, necesito el libro de historia para el proyecto de la profesora Kim. — Le respondí.

Riki levantó la mirada y le mostró el libro que tenía en las manos.

— ¿Este? Parece que tenemos el mismo proyecto.

Sonreí nerviosamente.

— Sí, ese mismo. ¿Te importa si lo compartimos? — Le pregunté. Podía aprovechar este momento para mantener al menos una conversación con él y conocerlo un poco más.

Riki asintió y me hizo un gesto para que me sentara a su lado. Mientras me acomodaba en la silla, sentí una mezcla de anticipación y nerviosismo. Abrimos nuestros libros y comenzamos a leer en silencio, el suave susurro de las páginas pasando llenando el aire. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que nuestras miradas se encontraran. Sus ojos, profundos y serenos, parecían decir más de lo que las palabras podían expresar, y en ese momento, sentí una conexión indescriptible que hizo que mi corazón latiera más rápido.

La conversación inicial sobre el proyecto fluyó con facilidad, nuestras voces apenas un murmullo en la tranquila biblioteca. Discutimos ideas, compartimos referencias y nos sumergimos en el tema con entusiasmo. La biblioteca, con su atmósfera serena y sus estanterías llenas de conocimiento, se convirtió en el escenario perfecto para este intercambio íntimo. Poco a poco, las palabras comenzaron a desviarse hacia temas más personales.

— ¿Por qué te uniste al equipo de baloncesto de Jake? — Pregunté, tratando de entender más sobre él. Mi voz salió más suave de lo que esperaba, reflejando mi creciente interés por conocerlo mejor.

Riki se encogió de hombros, su expresión se volvió pensativa.

—Necesitaba un cambio. Mi vida antes de venir aquí no fue fácil. — Sus ojos se oscurecieron por un momento, como si recordara algo doloroso. Esa sombra en su mirada me hizo sentir una punzada de curiosidad y empatía.

Sentí un nudo en el estómago, deseando poder aliviar su dolor de alguna manera.

Había algo en Riki que me atraía, una mezcla de misterio y vulnerabilidad que me hacía querer conocer cada detalle de su vida.

—¿Qué pasó? — Pregunté, mi voz apenas un susurro. No quería presionarlo, pero la curiosidad me consumía.

Riki me miró fijamente, sus ojos buscando los míos como si evaluara si debía confiar en mí. Sentí que el tiempo se detenía mientras esperaba su respuesta, mi corazón latiendo aún con fuerza en mi pecho.

hearts intertwined ୨ৎ heeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora