El campus universitario estaba tranquilo en la mañana del sábado, una calma que contrastaba con la habitual agitación de los días de clase. El aire fresco de la mañana acariciaba suavemente las hojas de los árboles, y el canto de los pájaros llenaba el ambiente con una melodía serena.
Estaba en la biblioteca, inmersa en mis estudios, el suave murmullo de las páginas y el ocasional tecleo de los estudiantes creando una atmósfera de concentración. De repente, mi teléfono vibró con un mensaje inesperado, rompiendo la quietud.
Jake me había devuelto mi teléfono hace unos días, claro que tuve que rogarle antes. Después de eso, le pedí a Riki su número, a lo que él no dudó en dármelo.
"¿Te gustaría explorar la ciudad este fin de semana? - Riki"
Levanté la vista del libro, sorprendida. No conocía mucho a Riki, pero había algo en su mensaje que despertó mi curiosidad. Después de unos segundos de duda, respondí:
"Claro, ¿dónde nos encontramos?"
Un par de horas más tarde, nos encontramos en la entrada del campus. Riki llevaba su mochila y una sonrisa amigable que iluminaba su rostro. Sus ojos brillaban con entusiasmo mientras señalaba un mapa lleno de anotaciones.
— Pensé que sería divertido descubrir algunos rincones ocultos de la ciudad. — Dijo, su voz llena de emoción.
Comenzamos nuestra aventura en un café pequeño y acogedor, donde el aroma del café recién hecho y el suave murmullo de las conversaciones creaban un ambiente cálido. Riki me contó sobre su pasión por la fotografía, sus ojos brillando con cada palabra.
— Siempre estoy buscando lugares interesantes para capturar. — Explicó mientras me mostraba algunas de sus fotos en su cámara, sus dedos moviéndose con destreza sobre la pantalla.
Me sentí más relajada a medida que avanzaba el día. Visitamos una galería de arte, un mercado de pulgas lleno de colores y un parque escondido que parecía sacado de un cuento de hadas, con flores de todos los colores y un pequeño arroyo que susurraba suavemente. Cada lugar tenía su propia historia, y Riki parecía conocerlas todas.
— Este es mi lugar favorito. — Dijo Riki mientras llegábamos a un mirador con una vista impresionante de la ciudad. El viento jugaba con su cabello mientras miraba el horizonte. — Vengo aquí cuando necesito pensar.
Me senté a su lado, sintiendo una conexión inesperada. El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de colores cálidos que se reflejaban en sus ojos.
— Gracias por invitarme, Riki. Realmente necesitaba un día así. — Dije, mi voz llena de gratitud.
Riki sonrió y me ofreció una botella de agua, sus dedos rozando los míos por un instante.
— Me alegra que hayas venido. A veces, es bueno salir de la rutina y ver las cosas desde una nueva perspectiva.
El sol continuaba su descenso, pintando el cielo con tonos de naranja y rosa. Miré a Riki, sintiendo que, aunque aún no había una confianza completa, este día había sido un paso importante hacia una nueva amistad.
— Haerin. — Me llamó Riki de repente, rompiendo el silencio. Su voz era suave pero firme. — Hay algo que he estado queriendo decirte.
Lo miré, intrigada, mis ojos reflejando la luz del atardecer.
— ¿Qué es? — Pregunté curiosa, mi corazón latiendo con anticipación.
Riki tomó una profunda respiración, sus ojos encontrando los míos.
— Sé que no nos conocemos desde hace mucho tiempo, pero siento que hay una conexión especial entre nosotros. Me gustaría que confiáramos más el uno en el otro.
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hearts intertwined ୨ৎ heeseung
FanfictionHaerin siempre había vivido a la sombra de su hermano mayor, Jake. Mientras él brillaba en la cancha de baloncesto y en los estudios, ella se sentía invisible en su propia casa y escuela. Sus padres, orgullosos de los logros de Jake, apenas notaban...