9 años atrás…
El entrenamiento a campo abierto (supervivencia) no era muy agradable en esta época del año, otoño ciertamente era tanto cómodo y frio, relajante cuando estás en tu casa bebiendo una deliciosa tasa de chocolate caliente frente a la chimenea leyendo o viendo una película, pero, durante el entrenamiento era una tortura, más cuando tienes que soportar quedarte al intemperie con solo una carpa para dormir y solo la ropa con la que inicias, mas nada, Marcel y yo nunca nos gustó, pero teníamos que aguantarlo si no queríamos el sermón de Lían y de Greisen si nos escapábamos
El maestro decía que era para “fortalecernos”, pero para nosotros era una forma de “tortura” que iba más allá de los límites.
Después de cinco días y noches de frio y hambre, por fin nos libraron de ese suplicio, pero una carta que me entrega Marcel me quita todo la alegría
-¿Qué no podemos irnos hasta dentro de dos días?—arrugo el papel—A Lían yo lo mato cuando regresemos
Marcel me mira y sonríe para luego decir
-Cálmate, sabes hay que aprovechar esta oportunidad—dice mientras camina entre uno de los árboles de pino—vamos a correr un rato, ayer por la noche descubrí un lago cerca y quiero que lo veas—concluye
No le digo nada, solo me acomodo mis zapatos y lo sigo, empezamos a correr a una velocidad normar, para luego ir cada vez más rápido, después de un rato, llegamos al lago, el lago era como observar un espejo, así duramos los dos días, nos encantaba ver el atardecer y el amanecer, era algo espectacular ver como el lago se teñía de rojo, luego anaranjado y por ultimo de un morado lila que poco a poco se iba pasando a un azul estrellado, era simplemente hermoso, pero no sabiendo que en ese mismo lago se encontraba un ser temido pero a las vez venerado por las razas de los Dragones, pero para los otros un monstro que nunca debió existir…
El ultimo día, mientras descansábamos en el lago, un destello me llamo la atención, era algo que se movía con las olas que ocasionaba la brisa en la orilla del lago, me levante y me acerque a la orilla mientras Marcel me seguía en sumo silencio, al llegar al sitio donde provenía el brillo encontré un talismán, su cadena era de oro que sostenían un rubí del tamaño de un huevo de gallina rojo como la sangre
Me pareció extraño que tal joya se encontrara en el lago, me supuse que algún noble se le había caído así que decidí tomarlo para encontrar su dueño. Cuando lo toque de inmediato todo mi mundo se tornó oscuro, cuando reaccione me encontraba en un cuarto muy bonito al darme cuenta que no estaba sola tome mi navaja y la lance al sitio donde sentía que alguien me estaba viendo fijamente
Él lo detuvo con una de sus manos, me sonríe y habla
-Es un placer conocerte preciosa, mi nombre es Drey, soy el antiguo Patriarca de los dragones—me quedo muda—sé que no me conoces pero lo aras
-¿Qué es lo que quieres?—pregunto
-Nada en especial solo que necesito tu ayuda
-¿Mi ayuda?—asiente— ¿con que?
Suspira y noto la tristeza en su rostro
-Hace mucho tiempo yo era el patriarca del clan de los dragones pero—su rostro se tornó molesto—me traicionaron y me enseraron aquí, solo un miembro de la rasa de los dragones puede liberarme pero a cambio debe de convertirse en mi portador
¿Qué diablos?
-¿Portador?—digo— ¿cómo que un portador?
-Si, a cambio de eso yo seré su sirviente y él o ella mi rey o reina y tendrá todos mis poderes pero con una condición
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El Secreto Del Árbol
FantasyLa sangre es más espesa que el agua, el linaje siempre sera más valioso que el oro o la plata, pero...¿Que ocurre con aquellos que se les fue negado ese derecho ? ¿Que pasa con aquellos qué no son puros? En un mundo donde los puros son los reyes de...