Capítulo 5: Las Sombras del Engaño

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El sol se elevaba lentamente sobre Konoha, marcando el inicio de un nuevo día. Habían pasado cuatro años desde que Naruto había ingresado a la academia, y ahora, con 12 años, había logrado graduarse como genin. A pesar de la emoción por su nueva etapa como ninja, una sombra de manipulación y engaño acechaba desde las sombras, con Ayame moviendo los hilos de su plan cada vez más cerca de su objetivo.

Naruto caminaba por las calles con una sonrisa que no podía disimular. Ya había sido asignado a su equipo junto con Sasuke y Sakura, y aunque su relación con Sasuke siempre había sido tensa, estaba emocionado por todo lo que estaba por venir. Pero, sobre todo, había algo más que lo emocionaba: Ayame. Durante estos años, había desarrollado un afecto profundo hacia ella, viéndola como alguien en quien podía confiar completamente.

Ese día, Naruto llegó al puesto de ramen con una emoción que no podía ocultar, esperando ver a Ayame como siempre. Al llegar, la encontró trabajando, con esa misma sonrisa que siempre le había ofrecido. Sin embargo, detrás de esa sonrisa había una verdad oculta, una que Naruto no podía ver.

Naruto: "¡Ayame-chan! ¡Hoy fue increíble! Ya soy oficialmente un genin. Fui asignado al Equipo 7 junto con Sasuke y Sakura."

Ayame lo miró con ternura, pero por dentro, su mente no dejaba de calcular cada movimiento. Sabía que Naruto estaba completamente bajo su influencia, y ahora solo faltaba ejecutar el siguiente paso de su plan.

Ayame: "Naruto, eso es maravilloso. Sabía que lo lograrías. Siempre has sido especial."

Naruto se sonrojó ligeramente ante sus palabras, sintiendo cómo su corazón latía más rápido cada vez que ella lo elogiaba. Para él, Ayame era su mayor apoyo.

Naruto: "Gracias, Ayame-chan. Sin ti, nada de esto sería lo mismo."

Pero en la mente de Ayame, su plan iba mucho más allá de simplemente ganarse la confianza de Naruto. Había pasado los últimos cuatro años construyendo esta relación, y aunque Naruto creía que sus sentimientos eran genuinos, Ayame lo veía solo como una herramienta, un medio para alcanzar un fin mucho más oscuro.

Esa misma noche, Ayame decidió que era hora de dar el siguiente paso. Naruto estaba completamente entregado a ella emocionalmente, pero su verdadero objetivo no era él. No, su verdadero objetivo era Minato Namikaze. Desde el ataque del Kyubi y la muerte de su madre, Ayame había jurado venganza. Aunque sabía que no podía enfrentarse directamente al Cuarto Hokage, podía hacerlo sufrir de una manera mucho más personal.

Su plan ahora era claro: utilizar a Naruto, haciéndolo creer que ella estaba enamorada de él, solo para destrozarlo emocionalmente más tarde. Pero eso no sería suficiente. Ayame quería destruir a la familia Namikaze desde dentro, y para ello, tenía que acercarse más a Minato. Sabía que Minato era un hombre honorable, pero también sabía que, si jugaba bien sus cartas, podría seducirlo.

Ayame (pensando): Naruto ya está en mis manos. Ahora es el turno de Minato. Si puedo hacer que se acerque a mí... si puedo hacerle creer que lo deseo, su familia se romperá desde dentro.

Al día siguiente, Ayame preparó una excusa para visitar la residencia de los Namikaze. Llevó consigo una bandeja de ramen para Naruto, pero su verdadera intención era mucho más oscura. Cuando llegó, fue recibida con entusiasmo por Naruto, quien no sospechaba nada.

Naruto: "¡Ayame-chan! ¡Qué sorpresa verte aquí!"

Ayame: "Quería traerte algo de ramen para celebrar tu éxito como genin. Sabía que sería un gran día para ti."

Naruto sonrió con gratitud, completamente ajeno a las verdaderas intenciones de Ayame. Mientras se sentaban en la mesa para comer, Ayame dirigió su atención hacia Minato, quien acababa de entrar a la sala. Desde hacía tiempo, Minato había notado la creciente cercanía de Ayame con Naruto, pero no había prestado demasiada atención, confiando en la amabilidad de la chica. Sin embargo, ese día, algo en la forma en que Ayame lo miraba lo puso en alerta.

Minato: "Ayame, gracias por traer esto. Naruto realmente aprecia lo que haces por él."

Ayame (sonriendo): "Siempre es un placer, Minato-sama. Quiero mucho a Naruto... y también a su familia."

Sus palabras parecieron inofensivas, pero había una insinuación sutil en su tono que Minato no pudo ignorar. Sin embargo, decidió no darle demasiada importancia por el momento.

Durante las semanas siguientes, Ayame comenzó a acercarse más a Minato. Cada vez que visitaba la casa, encontraba la manera de estar a solas con él, aunque fuera solo por unos minutos. Al principio, Minato no lo notó, pero poco a poco comenzó a sentirse incómodo con la situación. Ayame era amable, pero había algo en su comportamiento que lo inquietaba.

Ayame (pensando): Minato es un hombre difícil de manipular, pero todos tienen un punto débil. Solo debo encontrar el momento adecuado.

Mientras tanto, Naruto seguía confiando ciegamente en Ayame, sin sospechar nada de lo que ella tramaba. Para él, Ayame era alguien en quien podía confiar completamente, y los sentimientos que había desarrollado por ella solo crecían con el tiempo.

Finalmente, una tarde, Ayame decidió que era hora de actuar. Había preparado cuidadosamente su plan. Llevó una vez más una bandeja de ramen a la casa de los Namikaze, pero esta vez, esperó hasta que Kushina y Naruto no estuvieran. Minato estaba solo en casa, y Ayame aprovechó la oportunidad.

Ayame: "Minato-sama, me gustaría hablar contigo en privado. Es algo importante."

Minato la miró con curiosidad, aunque algo en su instinto le decía que no debería estar a solas con ella. Sin embargo, decidió escucharla.

Minato: "Claro, Ayame. ¿De qué se trata?"

Ayame se acercó lentamente, asegurándose de mantener el contacto visual. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, habló con una voz suave y seductora.

Ayame: "Minato-sama, siempre te he admirado... y no solo como Hokage. Hay algo en ti que me atrae."

Minato se tensó de inmediato. Sabía que algo no estaba bien.

Minato: "Ayame, ¿qué estás diciendo?"

Ayame (acercándose aún más): "Lo que estoy diciendo es que, aunque Naruto es un gran chico... tú eres el hombre que realmente me interesa."

La confesión cayó como una bomba en la mente de Minato. Rápidamente dio un paso atrás, consciente de que la situación estaba tomando un giro peligroso.

Minato: "Esto es inapropiado, Ayame. No sé qué estás buscando, pero no puedes seguir por este camino."

Ayame, lejos de sentirse rechazada, sonrió internamente. Sabía que Minato era un hombre honorable, pero también sabía que había plantado una semilla de caos. Su plan estaba funcionando.

Ayame (pensando): No importa si me rechaza ahora. Lo importante es que he sembrado la duda. Si juego bien mis cartas, Minato no podrá evitar sentir la tensión en su familia. Y cuando llegue el momento, tanto él como Naruto estarán destruidos.

Mientras tanto, Naruto continuaba con su vida de genin, completamente ajeno a lo que estaba sucediendo entre Ayame y su padre. Para él, Ayame seguía siendo esa persona en quien podía confiar, esa luz en su vida que siempre estaba ahí para apoyarlo.

Pero las sombras del engaño ya habían comenzado a envolver a la familia Namikaze. Ayame había iniciado su ataque, y aunque Minato intentaba mantenerse firme, las grietas comenzaban a formarse. Todo estaba avanzando según el plan de Ayame, y pronto, tanto Naruto como Minato caerían en su red de manipulación.

Continuará...

Naruto traicionado por ayame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora