Capítulo 7: La Mentira del Corazón

91 7 0
                                    

La mañana amaneció tranquila en Konoha. Naruto, emocionado por un nuevo día de entrenamiento con su equipo, caminaba con energía hacia el puesto de ramen de Ichiraku. Era su rutina diaria: después de un largo día de misiones y entrenamiento, nada lo animaba más que el ramen que preparaban Teuchi y Ayame. Pero lo que Naruto no sabía era que esa mañana, Ayame tenía otros planes en mente.

Ayame (pensando): Naruto ya confía en mí ciegamente. Si le hago creer que estoy enamorada de él, será aún más fácil controlarlo. Nadie sospechará de lo que realmente estoy haciendo con Minato.

Naruto llegó al puesto con su sonrisa habitual, sin percatarse de la tensión que se avecinaba. Al verla, su rostro se iluminó como siempre.

Naruto: "¡Ayame-chan! ¡Entrenamos duro hoy! Kakashi-sensei dice que estamos mejorando rápido, y pronto podré aprender técnicas aún más avanzadas."

Ayame lo escuchó con una sonrisa, aunque en su mente ya estaba preparando su próxima jugada. Sabía que Naruto siempre había sentido una gran admiración por ella, una especie de cariño inocente. Y ahora era el momento perfecto para explotar esos sentimientos.

Ayame: "Me alegra mucho escucharlo, Naruto. Sabía que serías un ninja increíble. Siempre has tenido un espíritu fuerte y perseverante."

Naruto se sonrojó un poco, como solía hacer cada vez que Ayame lo elogiaba. Para él, ella era una de las pocas personas que lo había apoyado desde el principio, cuando casi todo el mundo lo ignoraba o lo despreciaba. Pero hoy, había algo diferente en la forma en que Ayame lo miraba. Sus ojos parecían más intensos, y su voz, más suave de lo habitual.

Ayame (con voz suave): "Naruto... hay algo que necesito decirte."

Naruto levantó la mirada, sorprendido por el tono serio en sus palabras. Estaba acostumbrado a que Ayame lo escuchara con amabilidad, pero esta vez parecía como si hubiera algo más, algo que no alcanzaba a comprender. Se inclinó un poco hacia adelante, curioso y ansioso por saber qué era lo que ella quería decir.

Naruto: "¿Qué pasa, Ayame-chan? ¿Todo está bien?"

Ayame fingió un suspiro nervioso, como si lo que estuviera a punto de decirle le costara trabajo. En realidad, estaba controlando cada gesto, cada palabra, sabiendo que este momento era crucial para su plan.

Ayame: "Naruto... hay algo que he estado guardando por mucho tiempo. Algo que nunca me atreví a decirte hasta ahora."

Naruto frunció el ceño ligeramente, tratando de entender hacia dónde iba esa conversación. Las palabras de Ayame resonaban en su mente, pero aún no lograba descifrar lo que estaba ocurriendo. Ayame lo miró fijamente, asegurándose de captar toda su atención antes de dar el siguiente paso.

Ayame: "Naruto... creo que estoy enamorada de ti."

Las palabras golpearon a Naruto como un vendaval. Su mente se quedó en blanco durante unos segundos, tratando de procesar lo que acababa de escuchar. ¿Ayame enamorada de él? ¿La chica a la que siempre había admirado en silencio, ahora confesando sus sentimientos por él? Su corazón comenzó a latir rápidamente, mientras las emociones lo desbordaban.

Naruto: "¿Enamorada... de mí?"

Ayame asintió lentamente, con una expresión vulnerable que en realidad era solo parte de su elaborada actuación. Sabía que esas palabras tendrían un impacto profundo en Naruto, y que lo harían aún más susceptible a su manipulación.

Ayame: "Sí, Naruto. Siempre te he visto como alguien especial, alguien fuerte y lleno de determinación. Y con el tiempo, esos sentimientos han crecido dentro de mí... hasta convertirse en algo más."

Naruto seguía en shock. Durante años había soñado con el reconocimiento de la gente de la aldea, con ser valorado por lo que era. Pero nunca había imaginado que alguien como Ayame pudiera sentir algo tan profundo por él. En su mente, las palabras de ella lo llenaban de esperanza y confusión al mismo tiempo.

Naruto (nervioso): "Ayame-chan... yo... no sé qué decir. Siempre te he apreciado mucho, pero nunca pensé que tú..."

Ayame aprovechó la confusión de Naruto para acercarse aún más, colocando una mano suave sobre la suya. Sabía que él no rechazaría ese contacto, y que lo interpretaría como una señal genuina de afecto.

Ayame (con dulzura): "No tienes que decir nada, Naruto. Solo quería que supieras lo que siento. No espero que respondas de inmediato. Lo importante es que conozcas mis sentimientos."

Naruto sintió como si el mundo se detuviera en ese instante. Todas las veces que había ido al puesto de ramen, todas las conversaciones que había tenido con Ayame... ahora parecían tener un nuevo significado. No sabía qué hacer, ni cómo reaccionar. Pero lo que sí sabía era que sentía una gran emoción al escuchar esas palabras de ella.

Naruto: "Ayame-chan... gracias. Esto significa mucho para mí."

Ayame sonrió suavemente, pero en su interior estaba satisfecha con lo bien que había salido su plan. Sabía que Naruto ahora estaría más ligado a ella emocionalmente, y que lo podría manipular con mayor facilidad. La semilla estaba plantada, y solo era cuestión de tiempo antes de que floreciera. Mientras Naruto se sumergía en sus pensamientos y emociones, Ayame ya estaba pensando en su próximo movimiento.

Ayame (pensando): Naruto es ingenuo. Cree que mis palabras son sinceras, y eso lo hace aún más fácil de manejar. Con él completamente de mi lado, podré continuar mis planes con Minato sin que nadie sospeche de mí.

Pero mientras Ayame jugaba con las emociones de Naruto, no se daba cuenta de que las acciones que estaba tomando empezaban a tener efectos colaterales en su propia vida. Aunque creía tener el control total de la situación, no todo saldría como ella planeaba.

Esa misma tarde, mientras Naruto seguía pensando en la confesión de Ayame, Minato no podía sacarse de la cabeza los últimos encuentros con la joven. Las palabras y actitudes de Ayame lo perturbaban más de lo que quería admitir, y aunque trataba de enfocarse en sus responsabilidades como Hokage y padre, sentía que algo lo estaba desestabilizando por dentro.

Minato (pensando): ¿Qué me está pasando? No puedo permitirme caer en esto. Kushina es mi esposa, y tengo una responsabilidad como Hokage... Pero, ¿por qué sigo pensando en Ayame? No debería...

Esa duda constante que Ayame había sembrado comenzaba a crecer, y Minato sabía que debía controlarla antes de que fuera demasiado tarde. Pero el juego en el que ambos estaban envueltos solo se volvía más peligroso con cada día que pasaba.

Ayame, mientras tanto, continuaba tejiendo su red de mentiras y manipulaciones, convencida de que estaba un paso por delante de todos. Naruto, cegado por el falso amor que creía recibir, se aferraba a la idea de que finalmente había encontrado a alguien que lo entendía y lo apreciaba. Y Minato, cada vez más atrapado en la seducción de Ayame, empezaba a tambalearse en su resolución.

El juego de Ayame estaba en pleno apogeo, pero lo que no sabía era que el destino tenía sus propios planes, y que las consecuencias de sus acciones pronto comenzarían a revelarse de formas inesperadas.

Continuará...

Naruto traicionado por ayame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora