Gracias al lector masterunlocker por estar chingue y chingue con matar a ayame.
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El caos aún envolvía a Konoha, pero justo cuando Naruto pensaba que había alcanzado el límite de su furia, sintió una nueva presencia en el campo de batalla. Desde las sombras emergió una figura encapuchada. Al quitarse la capucha, reveló una mujer de cabello negro largo y ojos rojos con el brillo amenazante del Sharingan.
Obita: "Naruto... he esperado mucho tiempo este momento."
Naruto dio un paso hacia atrás, sintiendo una extraña mezcla de confusión e incomodidad. Esa mujer, la versión femenina de Obito, lo miraba con una intensidad peligrosa.
Naruto (frunciendo el ceño): "¿Quién eres tú?"
Obita: "Soy Obita Uchiha... y tú siempre has sido mi razón."
El silencio se apoderó del lugar. Naruto no podía entender las palabras de esa mujer, pero la obsesión en su mirada era evidente. Obita se acercó lentamente, como si ignorara por completo la destrucción a su alrededor.
Obita (susurrando): "Voy a deshacerme de todo lo que te ha hecho sufrir. Todo... empezando por ella."
De un rápido movimiento, Obita giró hacia Ayame, quien permanecía oculta entre los escombros, vigilando la batalla. Antes de que Ayame pudiera reaccionar, Obita la enfrentó directamente, con los ojos del Sharingan ardiendo en furia.
Ayame (sorprendida): "¿Quién...?"
Sin darle oportunidad de responder, Obita activó el Mangekyo Sharingan, atrapando a Ayame en un Tsukuyomi. Dentro de esa realidad ilusoria, Ayame se vio rodeada por miles de cuchillas negras, que lentamente se hundían en su piel mientras Obita la miraba con una sonrisa fría.
Obita: "Nadie vuelve a tocar lo que es mío, Ayame. No tú... ni siquiera Danzo."
En el mundo real, Ayame cayó de rodillas, con los ojos en blanco, atrapada en la agonía de la ilusión. Naruto, sorprendido, miraba sin comprender lo que estaba ocurriendo.
Mientras tanto, Kushina, que había permanecido cerca de Naruto, observaba a la mujer de cabello negro con desconfianza. Pero fue en ese momento que un ANBU apareció, trayendo consigo un mensaje inesperado.
ANBU (jadeando): "Señora Kushina... Es sobre Minato... Hay algo que debe saber."
Las palabras del ANBU helaron la sangre de Kushina. Le entregaron un informe que detallaba la relación secreta de Minato con Ayame, lo que la dejó paralizada por un momento. Su mente se nubló por la furia.
Kushina (murmurando): "Minato... ¿Cómo pudiste?"
La ira la inundó por completo. Agarrando las cadenas de chakra que aún brillaban alrededor de su cuerpo, se dirigió hacia Ayame, dispuesta a acabar con ella.
Kushina (gritando con furia): "¡Tú destruiste a mi familia! ¡Voy a matarte!"
Naruto intentó detener a su madre, pero Kushina estaba completamente fuera de sí. Las cadenas de chakra comenzaron a envolver a Ayame, quien seguía atrapada en la ilusión de Obita. Sin embargo, antes de que Kushina pudiera terminar con ella, Obita dio un paso al frente y bloqueó las cadenas con el Kamui.
Obita (mirando a Kushina): "Ayame es mía. Nadie más tiene el derecho de acabar con ella."
Kushina, aún temblando de rabia, se enfrentó a la mujer Uchiha.
Kushina: "¿Y tú quién eres para decidir? Esa mujer destruyó mi familia... No dejaré que viva."
Obita: "Yo soy la única que entiende el dolor de Naruto... Y no dejaré que nadie más lo hiera."
Las dos mujeres se miraron fijamente, con la tensión en el aire casi palpable. Naruto, sintiendo que las cosas estaban a punto de salirse de control, intervino rápidamente.
Naruto (gritando): "¡Basta! No necesitamos más caos. Si seguimos peleando entre nosotros, Konoha será destruida."
Kushina respiró profundamente, tratando de calmarse, pero no podía evitar la ira que sentía hacia Ayame y Minato.
Kushina (murmurando): "Esto no ha terminado, Ayame..."
La situación en el campo de batalla era un reflejo del caos interno que Naruto sentía. Con Obita proclamando un amor obsesivo, Kushina enloquecida por la traición de Minato, y Ayame atrapada en la ilusión, Naruto sabía que tenía que tomar el control.
Naruto (pensando): "No puedo dejar que esto se salga de las manos... No otra vez."
El joven Uzumaki apretó los puños, tomando una decisión.
Naruto: "Kushina, mamá... déjala por ahora. Obita, ayúdame a salvar la aldea. Después resolveremos todo esto."
Obita sonrió con dulzura, como si cada palabra de Naruto fuera una melodía para sus oídos.
Obita: "Por ti, Naruto... haré lo que sea."
Pero el odio de Kushina no podía ser aplacado. La imagen de Minato con Ayame la consumía, y su furia no conocía límites.
Kushina: "No puedo permitir que siga viva."
De repente, en un arranque de locura, Kushina y Obita se lanzaron hacia Ayame. Kushina utilizó sus cadenas de chakra para inmovilizarla, mientras que Obita, con una sonrisa cruel, activó su Mangekyo Sharingan de nuevo, sumergiendo a Ayame en un tormento inimaginable.
Ayame (gritando en agonía): "¡Por favor, no! ¡Déjenme ir!"
Kushina (sin compasión): "Esto es lo que te mereces por destruir mi familia."
Obita (mientras torturaba a Ayame): "Nadie puede interferir en el camino de lo que ama Naruto."
Mientras Ayame estaba atrapada en su tormento, sus gritos resonaban en el aire, pero el odio y la venganza de Kushina y Obita la mantenían inmóvil, indefensa. La tortura fue implacable, y, antes de que Naruto pudiera volver, el final llegó. Con un movimiento decidido, Obita atravesó el corazón de Ayame con su kunai, poniendo fin a su sufrimiento de manera brutal.
Ayame (susurrando con sus últimas fuerzas): "¿Por qué...?"
Su cuerpo cayó inerte, y un silencio aterrador se apoderó del lugar. Kushina y Obita se giraron hacia donde Naruto había estado, justo cuando él llegó.
Naruto (gritando desde la distancia): "¡Ayame!"
El corazón de Naruto se detuvo en seco al ver el cuerpo sin vida de Ayame en el suelo. La realidad de lo que había sucedido golpeó con fuerza, como un puñetazo en el estómago.
Kushina (cruzando los brazos, con desdén): "No hicimos más que limpiar el desastre que tú dejaste."
Obita (con una sonrisa retorcida): "La única forma de proteger lo que amas es eliminando las amenazas."
Continuara..
