Parque

87 4 0
                                    

Me excita el hecho que en mi mente rondes desnuda, saltando sobre mi gruesa verga, que te del morbo de arrodillarte, sacármela en los parques, como anoche que solamente te excitaste rozando tu trasero, dijiste que necesitabas ahora mismo ser clavada, me apretaste con firmeza, bajaste la cremallera con ansiedad, duro, la viste con hambre, te arrodillaste, me mirabas con tu lengua pasando por mi verga, te veías como una perra necesitando agua, pidiendo ser cacheteada, escupida, humillada, mi verga se ponía tan dura, firme, con ansias de que le sacaras hasta la última gota, te la tragabas con tal fuerza que sentía tu garganta, y tu humedad, chorreando, sintiendo ese calor único que emana tu ser.

Te tire contra la banca del parque, sin miedo a que nos vieran, porque te encanta ser observada, y que te escuchen gritar, corrí tu ropa interior, esa falda se te ve tan rica, cuando tu trasero es tan grande, comestible, y ni que decir de tu entrepierna, entra tan rico, con tanta firmeza, que suena como chorreas, los fluidos bajan por tus muslos, tu ropa interior se empapa, es tan delicioso que no paras de gritar, tengo que romperte las bragas, meterlas en tu boca, te ves como una sucia perra que esta devorándose un buen trozo de carne, me pides que me siente con tus movimientos, te clavas, saltas, rebotan tus pechos, los veo tan cerca de mi cara, que por encima de la ropa los aprieto, se siente tan bien, tan sucio, que nos corremos, chorreamos, y así caminas por ese parque, sucia, la gente parece oler tu aroma de zorra, te excita tanto que...

Sexo sin preámbulos, el cielo infernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora