Sexo sin preámbulos, el cielo infernal

Postre

Me imagino esa voz en mi oído, sus gemidos, alborotando mis sentidos, y me convierto en un ser que no controla sus deseos, podría ser un feroz lobo que rasga su ropa, se ve tan inocente, unos ojos que encantan, o quizás dulce como un caramelo, pero sus gritos pueden despertar a los vecinos, por mas música que ponga, puede atravesar incluso mis sentidos.

La cita de este día es en un restaurante, lleno de gente, ella en su tradicional falda, con nada debajo, siempre su forma de caminar me atrae, desnuda mi mente, y yo a ella, siento la tentación de tocar su entrepierna con mis dedos, pero decido rozar sus muslos con mis piernas, sentado al frente de ella puedo subir lentamente con ellas hasta su entrepierna, hasta pulsar con mis botas ese lugar que se esta poniendo húmedo, lo siento por lo resbaloso y rico que se siente.

Veo su gesto resistiéndose, es una mujer muy "pulcra" ante los ojos de todos, pero su desorbitada mirada me dice que está pensando en algo más, quizás en el momento que la levante bruscamente, la lleve a los baños públicos y la haga sentir mía.

No pasaron los minutos, ella no aguantaba mas, me pedía suplicante ante señales que nos fuéramos, pero decidí sentarme a su lado, bajar mi mano disimuladamente, mientras la besaba suciamente, metí mis dedos fuerte, sentí su gemido en su respiración, los moví fuerte por 30 segundos, sentí como inundaba mis dedos, chorreaba, comíamos en ese momento, o bueno intentábamos, el postre, tome mis dados llenos de su humedad, los mezcle con el postre y se lo metí en su boca, veía como se sorprendía, me excito tanto esa imagen, veía chorreando por sus labios ese rico postre que me comería mas adelante... hablo de su boca, su ser, ella.

Seguí metiendo mis dedos muy fuerte en su entrepierna, mientras la besaba suciamente, sintiendo dos sabores que me encantan, y sacando jugosos sabores que iba mezclando, me estaba comiendo el mejor de los postres, y no iba a aguantar mas...