Sexo instintivo

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Ella eligio la entrada principal a ciudad roja, donde eres esclava de tus sentidos, y en ellos estas desnuda ante el mundo, sintiendo como todos te observan con hambre de sexo, sus miembros erectos ante ti, tu siendo la presa que deben cazar, y en tu mente estas deseosa que todos te perforen, estas atada por el cuello, tus pechos libres, duros, mientras te guían.

Resbala por tu entrepierna el sabor que todos los depravados quieren sentir en su boca, te tiran bruscamente al piso en cuatro, te ordenan que ahora eres una perra, dócil, que debes tragar todos lo que te den, litros de semen por donde vas, sientes en tus rodillas como el calor de ese líquido va siendo parte de ti, el olor te excita cada vez más, pides que te devoren, lo deseas, imploras, estas hambrienta, entiendes en ese momento que lo que crees que es un castigo es un premio.

Se acerca a ti el que ahora será tu dueño, tiene la verga dura, gruesa, y te asombras al saber que es el que ha estado en tus sueños varias noches, en esos húmedos, sucios, el que hizo que te dieran tantas ganas que terminabas cabalgando almohadas, metiéndote lo que encontrabas.

El te ordena que te sientes en su verga, sin metertela, simplemente rozar, lo haces duro, firme, mientras miras su cara, te escupe, te dice que lamas su boca, te prende más, y ves como todo el mundo se masturba viéndote, te mueves más duro, gritas cosas sucias, ruegas que te clave.

Pero el se burla, te tira al piso en cuatro, juega con sus dedos en tu coño, aprieta firme, te exprime el líquido y te lo unta en la cara, te sientes cada vez mas sucia, y cuando estas descuidada sientes que entra algo por tu culo, ardiendo, grueso, te rompe, pero disfrutas, gritas un poco, y te pone tan cachonda que sientes la necesidad de moverte, te tiran duro contra el piso te siguen follando.

Pierdes la noción del tiempo, y cada vez quieres mas, te meten los dedos en el coño, y empiezan a acercarse a ti todos, te bañan en semen, te dicen que eres la mas guarra, te sigue excitando mas, sin control, se acuesta tu amo, y te ordena ser una bestia con su verga, no lo piensas saltas, te la clavas, te mueves duro, la quieres romper, devorar, eres un animal, una salvaje, y eso le gusta a todos, te atan las manos, y tu sigues como si fueras alguien sin control.

Y es que así serás de ahora en adelante, no tendrás nombre, no serás nadie, eres un animal que quiere sexo, solo sexo. 

Sexo sin preámbulos, el cielo infernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora