❛ 𝐂𝐎𝐍𝐒𝐓𝐄𝐋𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒. ❜ - Hermione Granger.

Gryffindor vs Hufflepuff.

El invierno estaba llegando a los terrenos de Hogwarts con un frío intenso; el otoño se había desvanecido como las hojas secas que habían caído del árbol, que ahora se encontraba seco y casi congelado, al igual que el lago negro.

Las vísperas de Navidad estaban tan cerca que se podía percibir en el aire; todos los alumnos se quedaban dentro del castillo, pues el clima no era el mejor para salir a los terrenos y dar un paseo.

— Estoy muriendo de frío —susurró Lilith, mientras frotaba las telas que cubrían sus manos casi congeladas.

— Ni me lo digas a mí —murmuró Thaddeus, quien se envolvía con una manta.

Unas horas antes, habían estado merodeando por los terrenos de Hogwarts, jugando con la nieve y haciendo pequeñas bromas. Encontraron una colina cubierta de nieve y optaron por hacer enormes bolas, para después iniciar una competencia. Al final, terminaron creando una terrible avalancha que casi los hunde bajo la nieve. Por supuesto, fueron rescatados por McGonagall, pero eso no les impidió recibir un castigo junto con una detención.

Salieron de la detención y fueron a ver a Madam Pomfrey, quien les hizo un chequeo para descartar un resfriado.

— Creo que me dará hipotermia —se quejaba la pelinegra, sentada muy cerca de la fogata, absorbiendo todo el calor que le brindaba.

— No te dará hipotermia, Madam Pomfrey ya te ha revisado —dijo Hermione, poniendo los ojos en blanco antes de seguir con lo suyo. Parecía estar anotando algo.

— Te lo juro, Granger, puedo sentir mis huesos congelarse lentamente —decía Lilith de manera dramática.

Harry y Ron rieron mientras jugaban una tensa y competitiva partida de ajedrez; parecía que llevaban un buen rato en ello.

— Será mejor que te recuperes pronto, Dubois -dijo George, sentándose en un sillón cercano.

— Estoy completamente de acuerdo —añadió Fred, tomando asiento a su lado.

El gran día estaba a pocos días de llegar: un partido de Gryffindor contra Hufflepuff. Era crucial ganar ese partido para asegurar un buen puesto en la tabla, y claro, en los planes de Lilith nunca fue una opción quedar en el último lugar.

Y es que, si había una palabra para describirse a sí misma, no había mejor respuesta que "competitiva". Lilith siempre buscaba el primer lugar, incluso en las cosas más insignificantes, y haría lo que fuera necesario para conseguirlo.

Este año había comenzado de manera ideal: por la mañana, solía dar una vuelta en su escoba antes del desayuno, luego asistía a clases. Por la tarde, hacía sus tareas y visitaba la biblioteca con más frecuencia, e incluso a veces estudiaba con Hermione. Se había convertido en una rutina divertida, y después de todo, la compañía de la castaña no era tan mala.

El gran día había llegado. Era un sábado por la mañana y Lilith estaba más que preparada para el partido. Evidentemente, no admitiría que había pasado la noche anterior dando vueltas en su cama, incapaz de dormir por la emoción.

Por lo general, el equipo de Quidditch de Gryffindor se reunía para desayunar en el Gran Comedor. Oliver Wood, como capitán, siempre encontraba la manera de motivarlos de la mejor forma posible.

— Ya saben, equipo, como lo estuvimos practicando toda la semana —dijo Oliver con un semblante muy serio.

Lilith, cuando se trataba de cosas importantes como los partidos o los exámenes de fin de año, prefería un desayuno ligero.

— Tenemos que anotar al menos 100 puntos por nuestra cuenta —añadió la pelinegra, mirando a sus compañeros con determinación.

— Exacto, así estaremos en ventaja mientras yo busco la Snitch —concluyó Harry con seguridad.