Viaje Al Pasado [Madanaru Vs Tobinaru]

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-ya nada de esto tiene sentido. Hagan lo que quieran con el y después cuando termine de hacer el trabajo lo dejamos libre en un lugar muy lejano - hablo hashirama cansado de las mismas peleas por el rubio. Se dio media vuelta y se fue.

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Capítulo 6

El Azabache suspiró profundamente y se dio media vuelta para irse, musitando algunas palabras en voz baja -No se que pretende que hagamos con él...-. La frustración y la irritación eran evidentes en su rostro.

Subió las escaleras y desapareció de la vista de Tobirama, quien no había pronunciado ni una palabra en todo ese tiempo. Estaba sumido en sus pensamientos, intentando procesar lo que había sucedido.

No sabía qué pensar, solo sabía que le gustaba el rubio. Y había descubierto una nueva sensación cuando estaba cerca de él. Un ardor en sus mejillas frecuentes, su corazón se aceleraba, y sentía un nudo en el estómago, como si tuviera mariposas revoloteando dentro.

Antes, eso le sonaba absurdo, algo que solo sucedía en historias románticas. Pero ahora, estaba experimentándolo en carne propia. Y no podía negar que le gustaba.

No le había quitado el ojo desde que llegó, y notó que Madara lo quería como uno de sus juguetes, y eso le parecía inaceptable. La forma en que Madara miraba a Naruto, con una mezcla de curiosidad y posesividad, le ponía la piel de gallina.

Otra razón para desconfiar de los Uchihas.  ahora, veía que Madara era capaz de tratar a alguien como Naruto como un objeto, algo que podía ser utilizado y descartado.

Tobirama se sintió un escalofrío recorrer su espalda. No permitiría que Madara lastimara a Naruto. Haría todo lo posible para protegerlo.

-- al dia siguente--

Esto ya se está volviendo extraño. Madara y Tobirama se han pegado a mí estos últimos días, y cuando eso sucede, me pongo nervioso. Es algo que no puedo evitar. Me levanté más temprano de lo normal, intentando escapar de la tensión que se respiraba en la cabaña.

Me bañé y vestí rápidamente, y bajé de un salto las escaleras. Al llegar al comedor, solo vi a Hashirama haciendo el desayuno. Su presencia calmada me tranquilizó un poco.

- Buenos días - dije, y el Senju mayor volvió hacia mí con una leve sonrisa.

- Buenos días, Naruto - respondió, poniendo el último panqueque en el plato. Era el primero de cuatro.

- Toma asiento, desayuna primero si quieres - dijo, sin dejar de sonreír.

Dejé mi plato en la mesa y me senté. - Sí, eso haré para hacer mi trabajo apenas termine de desayunar - dije.

Hashirama dio una leve risita y siguió haciendo más panqueques. Su calma era contagiosa, y por un momento, olvidé la tensión que se acumulaba en mi interior.

- Gracias por la comida - dije con una gran sonrisa, y empecé a comer. Disfruté cada mordisco, saboreando el sabor de los panqueques.

Al terminar de desayunar, lavé mi plato y sentí cómo el chakra de Madara y Tobirama comenzaba a moverse. Era la señal de que se acababan de despertar. Me despedí del Senju mayor con una sonrisa y salí rápidamente de la cabaña, directo a la aldea.

No tenía ni idea de por qué quería evitarlos, pero sabía que era imposible. Al menos, por ahora, no quería arruinar la mañana tranquila. No quería que sus pensamientos fueran dirigidos hacia ellos.

Mientras con mis clones trabajaba pintando la aldea, tanto los carteles como las casas, pensaba en qué haría cuando terminara mi trabajo. Tal vez podría explorar los alrededores, o encontrar un lugar tranquilo para meditar.