VI. Ídolo

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Enzo miraba a los chicos con un poco de nostalgia. La vida seguía en el Predio, pero él ya no era parte, y nunca más lo sería.

Entre tanto, con todo el revuelo que había creado la presencia de Enzo, Pablo había conseguido llevar a Fonseca a su lado, más a la rastra que otra cosa.

—Capi —le dijo Pablo, poniendo a Nicolás entre ambos, un Nicolás que apenas recordaba cómo respirar y que lo miraba con ojos gigantes y asustados—. Él es Nico Fonseca, me había dicho hace tiempo que quería conocerte y...

—Soltalo, princesa —se rió Enzo—. Lo estás asustando más.

—Perdón, príncipe —le susurró Pablo a Nico, soltándolo un poco—. No te escapes, si no te escapas te doy un premio después —añadió en voz baja, y Nico se sonrojó al escuchar la risa de Enzo—. Tranquilo, sabe todo.

Nicolás respiró aliviado y miró a Enzo. Intentó hablar, pero sólo le salió un lastimero tartamudeo, y se sonrojó más al ver que no podía articular dos palabras.

—Hola —le dijo Enzo, con una diminuta sonrisa.

—H-Hola —soltó Nico con un hilo de voz, sintiendo la mirada de Pablo clavada en su nuca. Tembló un poco.

Enzo lo miró con ternura: sabía lo nervioso que estaba, le había pasado con otros pibes y a él mismo le había tocado en algún momento hacía años. No quería incomodarlo más de lo que lo hacía Pablo, que parecía dar saltitos al lado suyo.

—Tranquilo, mirá que yo no muerdo —le sonrió.

—Si querés, sí. —Cómo siempre, Enzo Díaz saltó en el momento menos indicado.

—¿Querés cerrar el orto? —le dijo Pérez—. Dios —gruñó al ver que su tocayo iba a decir algo más desubicado—. Rodrigo, llevatelo.

—Príncipe, dejá de temblar —escucharon a Pablo hablarle a Nico. No escucharon la respuesta del uruguayo, pero Pablo sonrió y dejó un besito en sus labios—. Capi hot —lo llamó a Enzo.

—¿Qué? —Enzo se acercó a ambos.

—Nico te quiere decir algo —sonrió Pablo, y Enzo miró a Nico, quien lo miraba como si estuviera mirando a una leyenda.

—S-Sos mi ídolo —alcanzó a articular el pibe.

La sonrisita de Enzo se hizo un poco más amplia al escuchar eso. Sabía que muchos chicos lo veían como un ídolo, pero escuchar esas tres palabras siempre lo desarmaba un poco. Miró a Nico, que parecía luchar por no desmayarse.

—Gracias, Nico —le dijo, con una sonrisa, y acercándose para acariciar un poco al pibe, quien se dejó, muy colorado—. No sé si soy tan ídolo como decís, pero me alegra —sonrió.

Nicolás seguía rojo hasta las orejas y las pequitas habían desaparecido, pero asintió nervioso. Pablo lo empujó un poquito hacia adelante, para que siguiera hablando.

—Dejalo respirar —lo retó Enzo.

—Nunca —negó Pablo, dándole un besito en el cuello a Nico.

—Nico —lo llamó Enzo, un poco más serio—. Esto se lo dije a todos los pibes en su momento y lo voy a volver a repetir. No importa que ya no esté en River, si necesitás algo, estoy siempre —le susurró.

Nicolás asintió, admirándolo. Enzo no pudo evitar sonreír y lo abrazó, y aunque sintió al uruguayo sobresaltarse en sus brazos no lo soltó. Nico consiguió devolverle el abrazo, sonrojado.

Pablo al lado fingía llorar orgulloso, como si él hubiera hecho que ambos se conocieran.

—Qué dramático que sos —se rió Colidio, acercándose para abrazarlo por detrás.

Pablo se soltó a los dos segundos y lo miró con algo que el rubio no supo identificar.

—Ah, ¿podías abrazarme? —le dijo, con un desagrado total—. ¿Tu marido te deja? —gruñó, alejándose.

Facundo lo miró mientras se iba, haciendo puchero. No sabía qué pasaba, Pablo estaba así desde hacía algunos años, desde el nacimiento de la hija de Facu y Nico Valentini.

Fonseca se asustó al no ver a Pablo y al verse solo con Enzo, y miró a Facu en busca de auxilio, quien no se daba cuenta.

—¿Qué onda, Nico? —le gritó Villagra—. ¿Ya le pediste un autógrafo? —gritó.

—Callate —chilló Nico.

—¿Ya le pediste el número? —gritó Díaz, y al toque la mayoría se rieron.

Nicolás se sintió más chiquito que nunca, y buscó a Pablo con la mirada para que lo rescate, ¡pero no estaba!

Cuando notó que Enzo también se reía, pensó que capaz no era tan malo y que esas jodas eran comunes ahí.

Paternidad [Estando Juntos #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora