V. ¿Podemos hablar?

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Al día siguiente, Enzo se despertó solo. En realidad, no. Estaba Berna durmiendo a su lado.

—Gracias, Berna —susurró Enzo, levantándose con lentitud de la cama para mirar la hora.

Después fue a preparar el mate, y le costó no llorar como estuvo haciendo todo el día anterior. Marcos era siempre el que preparaba el mate. Marcos siempre se despertaba antes que él, ponía música y hacía el desayuno para ambos. Una hora y pico después, se iba a entrenar y Enzo se quedaba con Bernabéu desde que se había retirado.

No quería estar solo ahora, no quería hacer ninguna locura ni seguir llorando todo el día, como sabía que pasaría si se quedaba. Necesitaba hablar con alguien.

Inmediatamente se le ocurrió llamar a Gallardo. No sabía si estaba o no en ese momento, pero sabía que podía hablar con él. Si no era ahora, era en un rato. El mismo Marcelo se lo había dicho luego de que él confesara que estaba llorando por un bostero.

—Siempre estoy si necesitás hablar —le había dicho.

Y ahora lo necesitaba. Porque sentía que el único que podía entenderlo era Marcelo, que también había sufrido lo suyo por un bostero.

Lo llamó, y pasó poco para que atendiera.

¿Enzo? —Se escuchó la voz de Marcelo del otro lado—. ¿Estás bien?

—No. —Enzo decidió ser sincero—. La verdad es que no... ¿Podemos hablar? En un rato, o cuando puedas.

Venite al River Camp —asintió Marce—, y hablamos acá.

—¿Cuándo terminan de entrenar?

En un rato, pero vení igual —dijo Marcelo, y Enzo no podía decirle que no.

—Yendo —asintió Pérez, y cortó.

Se puso algo medianamente decente y luego puso el agua en el termo. Saludó a Berna y se fue en el auto, con el termo y el mate al lado, al lugar que alguna vez había sido su casa (y que, muy dentro suyo, lo seguía siendo como si nunca se hubiera ido).

Estacionó en el predio y bajó, intentando pasar desapercibido, pero sabía que no podría. No cuando apenas pisó la cancha tuvo a sus chicos (como les decía a Rodrigo, Enzo Díaz, Pablo y Facu) gritando, chillando y corriendo a abrazarlo. Enzo intentó simular que estaba bien mientras les correspondía.

—¿Qué hacés acá? —le preguntaban sin soltarlo.

Enzo estaba por contestar, pero Marcelo llegó al rescate.

—Vuelvan a entrenar, dale —retó a los pibes, que salieron corriendo.

Todos menos Pablo, quien se quedó abrazado a Enzo.

—¿Qué pasa? —le preguntó Enzo.

—Nada, que te extrañaba —respondió Pablo haciendo puchero—. Hace mucho que no venís acá.

Enzo lo miró con ternura, y le correspondió. Marcelo los miraba en silencio.

—Yo también te extrañé, princesa —le susurró Enzo.

Pablo escondió la cabeza en su hombro, y con la boca contra su cuello susurró algo inentendible, pero que sonó muy a "capi hot". Enzo suspiró y lo acercó más a él, para abrazarlo más fuerte.

Necesitaba ese abrazo, no se había dado cuenta de cuánto.

Unos minutos después, Pablo lo soltó y, mientras Gallardo no apartaba su mirada de él, se fue con los pibes.

—Ya estamos por terminar —le susurró Marce a Enzo.

Enzo simplemente asintió con la cabeza, en silencio. Iba a agregar algo, pero no pudo ya que la mayoría de sus exs compañeros que no habían estado con él hacía dos segundos, ahora sí lo estaban y encima de él. Enzo los saludó uno por uno, abrazando a Armani con más fuerza que a los demás.

—Nico, ¡vení! —lo llamó Pablo.

Enzo giró hacia donde llamaba Solari, y vio que algunos jugadores (que no habían jugado con él) estaban más alejados, mirando. Entre ellos, Nicolás Fonseca, quien intentaba esconderse en el fondo.

Cuando Nico se negó, Pablo lo empezó a perseguir para llevarlo a la rastra al lado de Enzo, gritando "¡vos me dijiste que lo querías conocer!".

—Y pensar que primero, Pablo lo odiaba —se rió Enzo Díaz.

—¿Eh? —Enzo Pérez lo miró.

—Larga historia —sonrió Díaz.

Mientras Pablo luchaba por traer a Fonseca, Enzo Pérez se puso a hablar con Armani, intentando sacarle datos de su relación con Chiquito (mientras Franco juraba que sólo eran amigos).

Marcelo miraba en silencio, y Biscay lo calmaba detrás de él. Se miraron y se sonrieron.

Paternidad [Estando Juntos #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora