Aviso importante: esta historia está basada en hechos reales y busca reflejar la cruda realidad de la época. La narrativa explorará los oscuros rincones de la Inquisición, un capítulo de la historia que ha sido olvidado por muchos
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Año 1478, Sevilla, España.
La luz de las velas iluminaba tenuemente la habitación, proyectando sombras danzantes sobre las frías paredes de piedra. Mikasa Ackerman, de apenas 14 años, se encontraba de rodillas frente a la cama, su corazón latiendo con fuerza mientras observaba a Levi, su primo y el amor de su vida, recostado sobre las sábanas. La atmósfera era un torbellino de emociones; el deseo ardía en su interior, un fuego que desafiaba las estrictas normas de su tiempo y la amenaza de la Inquisición.
El aire estaba cargado de una tensión palpable, un deseo reprimido que había crecido entre ellos a lo largo de los años. Levi, con su mirada intensa y su actitud desafiante, la atrajo hacia él, haciendo que su aliento se acelerara. Mikasa sentía el peso de la culpa y el miedo, pero la atracción era innegable, como un imán que los unía en un destino prohibido.
—Mikasa —susurró, su voz grave y seductora—. Ven aquí.
El tono de su voz era un suave susurro que vibraba en su piel, un llamado que resonaba en lo más profundo de su ser. Cada palabra era un desafío a las convenciones, un eco de un amor que debía permanecer oculto.Ella se acercó, sintiendo cómo su piel se erizaba al contacto con su mano. Levi la tomó de la cintura, atrayéndola hacia su cuerpo.
La proximidad hizo que los latidos de su corazón resonaran como un tambor en su pecho. Mikasa se perdió en la profundidad de sus ojos, sintiendo que el mundo exterior se desvanecía. En ese instante, todo lo que existía era Levi y ella; el miedo a ser descubiertos se desvanecía, reemplazado por un deseo ardiente que amenazaba con consumirlos.
—No puedo dejar de pensar en ti. Me tienes loco —confesó Levi, inclinándose hacia ella, su aliento cálido acariciando su piel—. Eres todo lo que deseo.
Su confesión era un grito de desesperación y anhelo, una declaración que desafiaba las normas de su tiempo. Mikasa sintió que su corazón se derretía ante su sinceridad, pero también el peso de la realidad que los rodeaba.Mikasa sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral.
La intensidad de sus palabras la hizo temblar. Con un movimiento audaz, se acercó más, sus labios apenas rozando los de él. El roce era electrizante, y el deseo la envolvía como una niebla densa. Sabía que lo que estaban haciendo era arriesgado, pero la atracción era un fuego que no podía extinguir.
—Levi... —murmuró, su voz temblorosa—. Esto es peligroso. La advertencia era un susurro, pero en su interior, la lucha entre el deseo y el miedo se intensificaba. La Inquisición acechaba, y el amor que compartían podría ser su perdición.
—A veces, lo peligroso es lo más emocionante. No puedo vivir un día sin sentirte —respondió él, atrapando sus labios en un beso ardiente.
El beso era un acto de rebeldía, un desafío a las normas que dictaban su vida. Mikasa se entregó por completo, sintiendo que cada beso la acercaba más a la locura.El contacto envió chispas a través de su cuerpo, y Mikasa se entregó por completo, sus manos enredándose en el cabello oscuro de Levi. Él la empujó suavemente hacia la cama, y el mundo exterior se desvaneció en un mar de deseo y pasión.
La habitación se convirtió en su refugio, un lugar donde podían dejar de lado las preocupaciones y entregarse a la intensidad de su amor, aunque sabían que el peligro acechaba en cada rincón.Con un movimiento decidido, Levi la tumbó sobre las sábanas, su cuerpo presionando el de ella, creando una sensación de calor que la envolvía.
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El Confesionario (Rivamika) Lectura Erótica
RandomEn el corazón de Sevilla, en el año 1478, dos almas jóvenes se encuentran atrapadas en un torbellino de emociones prohibidas. Mikasa, una adolescente de espíritu indomable, siente cómo su vida se entrelaza con la de su primo Levi, un joven cuya mira...