Extra 1 y 2

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Narración normal:

El tiempo había pasado, Tobio y Shoyo habían acordado que cuidarían a su hijo un día y un día, de ser nesesario lo llevarían a los entrenamientos. No les fue difícil adaptarse, a sus equipos les encantaban que llevarán al pequeño. Eran bien correspondidos por Hiroto, a pesar de ser solo un bebé era bastante activo y vivo. Le gustaba pasar de brazo en brazos por parte de los compañeros de sus padres. Bueno, casi de todos.

Cada de Hoshiumi se acercaba el pequeño Hiro lloraba, parecía estar aterrado por la presencia del mayor.

-Quizas recuerda los insultos que le decías a su mamá cuando lo esperaba- Soltó como burla uno de los integrantes del equipo

-Idiota. Yo debía ser su madre, no esa mandarina enana

-¿Mandarina enana?-  pregunto un enojado Tobio a sus espaldas -Hoshiumi ésto te lo voy a decir una sola vez. No vuelvas a insultar a Shoyo y no te vuelvas a acercar a mi hijo. No eres nadie para compararte con el. Yo le pertenezco a el y oyelo bien Hoshiumi, yo no olvido lo que le has dicho y hecho a Shoyo. Si vuelves a decirle el más mínimo insulto a mi esposo se me va a olvidar que eres omega y no existen palabras para describir lo que te voy a hacer- El alpha tomo a su hijo en brazos y salió del gimnasio dejando a un impotente y aterrado omega

Llegó algo tarde a casa, su esposo ya lo esperaba con la cena lista.

-Se tardaron mucho ¿Cómo les fue?- los saludo el mayor acercándose a su familia

-Fuimos a comprarle un regalo a mamí

-Wababa- el pequeño solo balbuceaba

-Son muy lindos, pero yo quería regresar y encontrar a mi familia esperándome

-No volverá a pasar















El pequeño Hiro tenía solo un dos de edad cuando viajo a París para poder apoyar a sus padres durante el sus partidos en las olimpiadas.

-Que linda fue mi suegra al aceptar venir para cuidar a Hiro- Soltó un suspiro de alivio el pequeño omega

Tobio cargaba a su hijo mientras caminaba al lado de su esposo -No lo iba a rechazar por nada, claro que con la condición de que ella pudiera pasear cuando nosotros estuviéramos libres

-No me quejo ¿Te gusta Paris Hiro?

-Gusta- el pequeño comía felizmente de un helado de kiwi -Papa come- acercó su postre a la boca de su padre el cual dio una lamida con gusto -Yico

-¡Ey! Yo también quiero- se quejo infantil Shoyo

-Mamá ya comió helado

-Mmm- hizo un pequeño puchero antes de recibir un beso en la cabeza

-No peliees con tu hijo. Miren ya llegamos- se detuvieron en un puente lleno de candados

-Puente

-Que cursilería se te ocurrió ahora Tobio- el omega se acercó al barandal

Tobio bajo a su hijo que corrió al lado de su madre -Traje un candado grabado- abrazo a su esposo por detrás -El tarado de Tsukiyama dijo que debíamos de hacer esto ya que vendríamos a Paris

-Eres un cursi- Volteo para quedar cara a cara con su esposo -Me encantas- Besó con ternura los labios del más alto antes de ser interrumpidos por una pequeña voz

-Eww no se pasen babas- un pequeño puchero

-Cuando tu tengas pareja también te vamos a interrumpir- Tobio le saco la lengua a su hijo

-No peliees con tu hijo- lo regaño Shoyo -Ven mi niño, vamos a poner el candado

Entre los tres buscaron un buen citoo para poder colocar su candado. De un lado tenía grabado los nombres de los integrantes de su pequeña familia y del otro lado estaba grabando comí un balón de voleibol.









En un rato más subo el que falta

ᗪᗴᗪᑭᑌᗴՏ ᗪᗴᒪ ᑭᗩᖇTIᗪO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora